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lunes, 17 de septiembre de 2007

Cicatrices....

En un día caluroso de verano en el sur de la Florida un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz. No se daba cuenta de que un cocodrilo se le acercaba. Su mamá desde la casa miraba por la ventana, y vió con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía.

Oyéndole, el niño se alarmó y miró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mamá agarró al niño por sus brazos justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas.

La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba. Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar.

Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus pies. El niño levantó la colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y señalando hacia, las cicatrices en sus brazos le dijo: “Pero las que usted debe ver son estas”.

Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. “Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida”.

Nosotros también tenemos las cicatrices de un pasado doloroso. Recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios, te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas

Sentir pasión por la vida


'En China existe una especie de bambú que requiere de mucha paciencia. Al año de haber sembrado su semilla no existe ninguna seña de su germinación. Al segundo año, cuando estás listo para verlo brotar, sigue sin asomar ni un solo tallito. Al tercer año, pasa lo mismo, y empiezas a dudar del lugar donde lo sembraste y de cómo lo plantaste. Para el cuarto año, las esperanzas están bastante perdidas ya que todavía no hay rastro de vida. Entonces, en el quinto año, cuando has perdido toda esperanza y te has olvidado completamente de él, de un día para otro, aparecen raíces, tallos y ramas que salen como por encanto. ¡En tan sólo unos meses tienes un frondoso bambú lleno de vida y esplendor con una altura que alcanza una casa de dos pisos!".

De la misma manera que al bambú, les sucede a muchas personas… vivimos llenos de expectativas y sueños, pero pasa un año, otro, y varios más, sin que hagamos algo concreto para conseguirlos. Generalmente pensamos que necesitamos muchas cosas y mejores condiciones para comenzar a vivir la vida que queremos, decimos: "cuando tenga un buen trabajo", "cuando me asciendan", "cuando me case", "cuando nazcan los hijos", "cuando se casen", "cuando termine de pagar la casa", "cuando tenga mi negocio propio"… y así, pasa el tiempo sin que experimentemos la sensación de tener una existencia plena. Queremos prolongar la vida hasta que al fin llegue el día en que tengamos las condiciones materiales para empezar a ser nosotros mismos, para disfrutar de todo y para ser felices.

No desperdicies tu tiempo en cosas que no valen la pena, revisa tus prioridades y comienza a vivir dándole importancia a las que sí la tienen. ¿Cómo? Comienza por estar más tiempo con lo que amas: tu pareja, tu familia, tus amigos, las mascotas, tus plantas, los deportes, la lectura… con todo aquello que disfrutes y enriquezca esencialmente tu vida.

Exprésales tu afecto a todas las personas que amas en cada oportunidad que tengas. Haz que se sientan especiales y queridas por ti… así, te recordarán no por lo que les diste, sino por cómo los hiciste sentir.

Comparte alegría, optimismo, entusiasmo y confianza con todo el que te tropieces. Sonríe, mira a los ojos, saluda, sé amable, di siempre algo positivo, interésate en las historias personales de los demás. La gente que siempre se queja, critica o discute, se queda sola.

Muéstrate dispuesto a aprender o a hacer cosas nuevas, ¿qué tal un nuevo programa de la computadora, otro trabajo, artes manuales, aprender a bailar?

Siente pasión por lo que haces. Si es tu trabajo, enséñales a otros, brinda asesoría y presta servicio a quien lo necesite, aunque no te pague. La vida es demasiado corta para encerrarnos a cuidar un lugar seguro, buscar la aprobación o dejar pasar el tiempo sin hacer algo constructivo. Vive con intensidad. "La vida no se mide por los momentos de descanso sino por los momentos que nos roban el aliento".

Ríe tanto como puedas, hazlo fuerte y por largo tiempo. Ríe hasta quedarte sin aire y contagia a los otros con tu risa, y si no tienes una buena razón para hacerlo… entonces sonríe con más fuerza, nada es lo suficientemente grave para no enfrentarlo con una sonrisa.

Cuando necesites llorar… llora. Las lágrimas son el descanso del alma, desahógate, vive tu duelo si fuese necesario, pero, luego, levántate y sigue adelante, sin resentimiento, ni tristeza.

Busca a tus amigos, pero si no están disponibles en el momento en que los necesitas, no te sientas solo, pues nunca lo estarás si te tienes a ti. El único que te acompañará toda la vida serás tú mismo.

Siéntete agradecido con todo lo que la vida te ha dado. Da las gracias por lo que tienes, por las bendiciones, por el tiempo vivido, por los tuyos. Disfruta plenamente de lo que tienes sin esperar que te den más, o querer quitarles a los otros lo que tienen.

Pasa la pagina con valor, voluntad y determinación. Deja el pasado atrás y sólo entra en él para reconocer y disculparte por los errores cometidos, para reparar las ofensas, valorar lo recibido y dejar ir el resto.

Sé autentico, honesto contigo mismo y con los demás. Muéstrate solidario, ayuda siempre a quien lo necesite sin esperar recibir nada a cambio.

Disfruta de tu salud. Si es buena, camina para conservarla, y si no lo es tanto, camina para recuperarla.

Apóyate en tu Dios, no importa la concepción que tengas de Él, recuerda que siempre conspira para ayudarte. Reconoce en ti esa misma esencia divina.

PORQUE ASI SOY YO


Yo:

Por que soy como soy,

la gente habla de mí...

Si soy una rosa...

Me critican las espinas.

Si soy un rayo de sol...

Me critican el calor.

Si soy un poco de lluvia...

Me critican que los mojo.

Si soy un camino...

Me critican las piedras.

Si soy el viento...

Me critican las tormentas.

Si soy un arco iris...

Me critican los colores.

Si soy un árbol...

Me critican las hojas secas.

Si soy una playa...

Me critican la sal.

Si soy unos ojos...

Me critican la mirada.

En fin, Siempre me critican.

Por eso hagan lo que hagan,

y digan lo que digan yo seguiré siendo rosa y espina,

seguiré siendo rayo y calor.

Pero además de todo eso,

seguiré siendo YO.

Desconozco el autor

UNA LAGRIMA




Una lágrima es eso que humedece los ojos del mundo, y que el mundo se empeña en ocultar.

Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo,
por demostrar fortaleza
y queda en la garganta, apretada en el corazón comprimiéndolo todo.

Es tan profunda que no sabemos con certeza de dónde nace, ni si podrá morir alguna vez.
A veces una lágrima cicatriza una herida,
lava una pena
y ablanda el corazón

Una lágrima es un recuerdo, una angustia,
una desesperación,
un interrogante.

Una lágrima puede ser a veces el comienzo del perdón,
la primera luz de la rectificación,
que hace estrechar
una mano.

Una lágrima puede ser rebeldía o arrepentimiento.
Odio.
Amor, luz o sombra.

Una lágrima puede ser el sueño desvanecido,
que rozó nuestros párpados o el amor perdido que aun está dulce, húmedo.

Una lágrima es a veces la gota mágica que hace
cambiar por dentro, cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda.

Cuando la derramamos en el corazón querido,
o en la intimidad de la amistad la lágrima une, estrecha, funde.

La lágrima transforma, enseña,
disuelve los rencores,
las espinas, las malas yerbas que van creciendo e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse.

La lágrima descubre,
el que ignora los motivos por los que las derramas, no te conoce
..!! Dichosos los que saben llorar!!!


Desconozco el autor

jueves, 13 de septiembre de 2007

La ventana y el espejo...

Un joven muy rico fue a hablar con un rabino y le pidió un cosejo para orientar su vida.Éste lo condujo hasta la ventana y le preguntó:
- ¿Qué ves a través de los vidrios?
- Veo a hombres que van y vienen y a un ciego pidiendo limosna en la calle.
Entonces el rabino le mostró un gran espejo y nuevamente le interrogó:
- Mira este espejo y dime ahora qué ves
- Me veo a mí mismo
- ¡Y ya no ves a los otros! Repara que la ventana y el espejo están ambos hechos de la misma materia prima,. el vidrio; pero en el espejo, porque hay una fina capa de plata pegada al vidrio, ves solamente a tu persona. Debes compararte a estas dos clases de vidrio. Pobre, veías a los otros y sentías compasión por ellos. Cubierto de plata - rico - solo te ves a tí mismo . Solo valdrás algo cuando tengas la valentía de arrancar el revestimieno de plata que tapa los ojos para poder de nuevo ver y amar a los otros.

¿A quien llamo un amigo?

Aquel cuyo apretón de manos es un poquito más firme.

Aquel cuya sonrisa es un poquito mas luminosa.

Aquel cuyos actos son un poquito mas diáfanos;.

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien mas pronto da que pide.

Aquel quien es el mismo hoy y mañana.

Aquel quien compartirá tu pena igual que tu alegría;.

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel cuyos pensamientos son un poquito mas puros.

Aquel cuya mente es un poquito más aguda.

Aquel quien evita lo que es sórdido y mísero;.

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien, cuando te vas, te extraña con tristeza.

Aquel quien, a tu retorno, te recibe con alegría;.

Aquel cuya irritación jamás se deja notar;.

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien siempre está dispuesto a ayudar.

Aquel cuyos consejos siempre fueron buenos.

Aquel quien no teme defenderte cuando te atacan;.

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien es risueño cuando todo parece adverso.

Aquel cuyos ideales nunca has olvidado.

Aquel quien siempre da mas de lo que recibe;.

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Autor: Desconocido

lunes, 10 de septiembre de 2007

Que harìas para decir "te quiero" sin decirlo...

A un amigo mío llamado David, su hermano le dio un Automóvil como regalo.Un día, cuando David salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante coche nuevo admirándolo.- ¿Señor: Este es su coche? Le preguntóDavid, afirma con la cabeza:- “Mi hermano me lo regaló”El niño estaba asombrado.- Quiere decir que su hermano se lo regala y a usted no le costo nada? Vaya me gustaría… titubeo el niño.- Desde luego - David sabía lo que el niño iba a decir - que le gustaría tener un hermano así.Pero lo que el muchacho realmente dijo estremeció a David de pies a cabeza:- Me gustaría prosiguió el niño: Poder ser un hermano así.David miro al niño con asombro, e impulsivamente añadió:- ¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?- Ah sí, eso me encantaría!!!Después de un corto paseo, el niño volteó y con los ojos chispeantes dijo:- Señor… no le importaría que pasáramos frente a mi casa?Davidsonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a susvecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil. Pero de nuevo,David estaba equivocado.- Se puede detener donde están esos dos escalones? - pidió el niño.Subiócorriendo y en poco rato David oyó que regresaba, pero no venia rápido.Llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón,entonces le señaló hacia el coche.- ¿Lo ves Juan?. Allá esta,tal como te lo dije, allá arriba, su hermano se lo regalo y a él no lecosto ni un centavo, y algún día yo te voy a regalar uno igualito…entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de losescaparates, de las que he estado tratando de contarte.David,bajó del coche y subió al muchacho enfermo al asiento delantero. Elhermano mayor, con los ojos radiantes, se subió tras de él y los trescomenzaron un paseo memorable.Ese día, David comprendió lo que Dios quería decir con: “Hay más dicha en dar… “Sé feliz, Disfruta la vida, que es maravillosa aún con sus problemas.RECUERDALO MUY BIEN: ¿Que Harías para decir “te quiero” sin decirlo?

La Cabaña Soñada...

Era nuestra cabaña soñada. Novecientos metros cuadrados de lujoso
espacio con vista a una majestuosa cascada, en la ladera posterior
del Monte Timpanogos, cerca de las colinas de la famosa Sundance Sky
Resort Redford. Mi esposa y yo necesitamos varios años para
diseñarla, planearla, construirla y amueblarla. Sin embargo, sólo
fueron necesarios 10 segundos para que se destruyera por completo.

Recuerdo la tarde del desastre como si fuera ayer. Martes 13 de
febrero de 1986, el día anterior a nuestro noveno aniversario. Había
nevado mucho ese día, aproximadamente un metro. Aún así, mi esposa
desafió al clima para subir al cañón desde nuestro hogar en Provo,
Utah, para visitar nuestra casa recién terminada en la montaña.
Acompañada por nuestro hijo de seis años de edad, Aaron, ella partió
temprano esa tarde y se detuvo en el camino para comprar algunos
ingredientes para un pastel, para celebrar nuestro día especial. Yo
me reuniría con ella más tarde y llevaría a Aimee, nuestra hija de
nueve años, así como a Hunter, nuestro hijo menor.

Mi primer aviso del peligro llegó alrededor de las 3:00 p.m., con una
llamada de la patrulla de esquí de Sundance.

-Hay un problema en su cabaña. Será mejor que venga de inmediato.

No dieron más detalles. Aunque estaba retrasado para terminar el
proyecto de un libro, dejé mi computador y con ansiedad subí al cañón
por los caminos cubiertos de nieve. Cuando llegué a la estación de
esquí, el director del lugar y su personal me recibieron con
expresión sombría: `Hubo una catástrofe en la cabaña. Pensamos que su
esposa y su hijo estaban allí. Suba a mi vehículo de doble tracción.
Vámonos'.

La cabaña se encontraba junto a la loma principal de Sundance y era
accesible sólo por un camino de montaña angosto y serpenteante.
Cuando subimos por el camino, los altos bancos de nieve a cada lado
hacían que pareciera que recorríamos un laberinto. Continuamos la
subida por el angosto camino, hasta que el techo de cobre de la
cabaña se vio a lo lejos.

Al acercarnos, vi a mi esposa y a mi hijo en el camino, rodeados por
varios miembros de la patrulla de esquí de Sundance. Cuando bajé de
un salto del vehículo y corrí hacia ella, señaló los árboles arriba
de la cabaña. Quedé impresionado por lo que vi.

La estela de una avalancha monstruosa había demolido la ladera de la
montaña, arrancando fuertes árboles y quebrando sus troncos como si
fueran cerillos. Observé de nuevo la cabaña y pude notar que la
avalancha había pasado por nuestra casa en la montaña. En segundos,
había destrozado todas las ventanas y apilado toneladas y toneladas
de nieve en nuestra enorme sala, destruyendo los pisos y nuestros
sueños. Lo que quedaba era sólo un cascarón. En el, exterior,
nuestros muebles, que elegimos con tanto detenimiento, se encontraban
hechos pedazos en la nieve. Era una escena de devastación
impresionante que nunca olvidaré.

La patrulla de esquí nos apartó de inmediato de la zona de avalancha,
ya que amenazaban nuevas avalanchas. Regresamos a casa aturdidos,
sorprendidos e impresionados. Debo admitir que la pérdida de la
cabaña en verdad nos impresionó. Me preguntaba por que habíamos
tenido tan mala suerte como para perder nuestra hermosa casa en la
montaña. Por qué Dios permitía que sucedieran esas cosas?

La historia podría terminar aquí, pero entonces no se conocería el
milagro que sucedió ese día y que descubrí hasta ocho meses después.

En una reunión de negocios, un colega me formuló una pregunta que
parecía simple.

-Te contó tu esposa que ella y mi esposa casi tuvieron un accidente
en el camino a tu cabaña, el día que cayó la avalancha?

-No- respondí-. Qué sucedió?

-Bueno, mi esposa y nuestros hijos se hospedaban en nuestra cabaña en
Sundance. Debido a la fuerte nevada, decidieron salir y regresar a
casa. Antes de abandonar la cabaña, uno de los niños sugirió que
oraran para tener un viaje a casa a salvo. Inclinaron las cabezas y
ofrecieron una oración breve. En seguida, iniciaron el recorrido por
el angosto camino. Tu esposa, que conducía camino arriba, vio a mi
esposa y a los niños en nuestra Suburban. Cuando mi esposa frenó, el
coche no se detuvo. Serpenteó por el resbaloso camino de la montaña,
aumentando la velocidad. No podía hacer nada para detener el
vehículo. Finalmente en el último momento antes de que los dos
vehículos chocaran, ella giró el volante, chocando al frente de la
Suburban contra el banco de nieve a un lado del camino, mientras la
parte trasera de la camioneta chocó contra el banco de nieve del otro
lado del camino, bloqueando virtualmente el paso a tu esposa. Durante
casi una hora trataron de desatascar la Suburban y, finalmente,
tuvieron que pedir ayuda en la estación de esquí.

-Eso es sorprendente -contesté-. Mi esposa nunca me lo dijo.

Nos reímos del `accidente' y nos separamos. Entonces, captó la fuerza
de lo que acababa de revelarme. De no haber sido por ese
casi `accidente', mi esposa y mi hijo hubieran muerto en la avalancha!

Con frecuencia he pensado en ese `accidente' en el camino, Imagino a
mi esposa sentada allí, frustrada porque la Suburban bloqueaba su
camino hacia la cabaña. Puedo ver a la esposa de mi amigo en la
escena, avergonzada por la situación. Veo a los niños molestos,
confundidos y preguntándose si Dios en verdad escucha las plegarias.

En ese momento, todos vieron la situación como un desastre total.
Sin embargo, con perspectiva, era obvio que, sin saberlo,
todos habían participado en un milagro.

En la actualidad no me apresuro a juzgar los `desastres' que ocurren
de vez en cuando en mi vida.
Finalmente, cuando tengo disponible más información,
muchas de estas situaciones resultan ser milagros.
Cuando suceden `accidentes', trato de preguntarme:
`Qué milagro está haciendo Dios con esta mala fortuna?'

En lugar de preguntar:
`Por qué yo, Dios?,
simplemente digo:
`Gracias, Dios'.

jueves, 6 de septiembre de 2007

El perro y la pantera...


Un señor va de cacería al África y lleva a su perrito. Un día, ya en

la expedición, el perrito, correteando mariposas se aleja del grupo, se

extravía y comienza a vagar solo por la selva.

En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera.

Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué hacer.

En eso ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a

mordisquearlos.

Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:

- Ah!!! Qué rica pantera me acabo de comer!!!

La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale

despavorida pensando: Quién sabe qué animal será ese!!! A ver si me

come a mi también???!!!

Un mono que andaba trepado en un árbol cercano, vio y oyó la

escena...

Sin más, salió corriendo tras la pantera para contarle como la había

engañado el perrito:

- Cómo serás de tonta... Esos huesos ya estaban ahí!!! Además, es

solo un simple perro!!!

La pantera, recontra caliente, sale corriendo a buscar al perrito con

el mono montado en el lomo.

El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera con el mono

y se da cuenta de la buchoneada.

Y ahora qué hago???- piensa todo asustado. Entonces, en vez de salir

corriendo, se queda sentado dándoles la espalda, como si no los

hubiera

visto, y en cuanto la pantera está cerca de atacarlo de nuevo, el

perrito exclama:

- Este mono maldito!!! Hace como media hora que lo mandé a

traerme otra pantera y todavía no aparece!!!

MORALEJA: EN MOMENTOS DE CRISIS, SOLO LA IMAGINACION ES MAS

IMPORTANTE

QUE EL CONOCIMIENTO.

Procura ser imaginativo como el PERRITO, evita ser un tonto como la

PANTERA, y nunca, pero nunca, seas tan mal tipo como el MONO.

jueves, 30 de agosto de 2007

Tentador

Hace años, el famoso comentarista Paul Harvey, describió cómo el Eskimal (Eskimó) mata al lobo. Primero cubre su cuchillo con la sangre de un animal y luego deja que se congele. Luego añade otra capa de sangre y deja que también se congele. Repite el proceso una y otra vez hasta que el cuchillo está totalmente cubierto con sangre congelada.
El cazador ártico entonces toma el cuchillo y lo coloca en la tierra con la hoja extendida para arriba. Sin sospechar cosa alguna, el lobo huele la sangre y empieza a lamer la sangre congelada. Entre más lame el lobo la sangre, más vigorosamente crece su apetito para la sangre.
Sin saber lo que está haciendo el lobo empieza a cortar su propia lengua. El lobo entonces empieza a saciar su sed por sangre con su propia sangre. Su deseo perpetuo no se satisface hasta estar completamente muerto.
La tentación contra Dios está envuelta de la manera más atractiva, pero siempre contiene una hoja de cuchillo de destrucción mortal. -Ramond McHenry-