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miércoles, 16 de septiembre de 2009

La Impermanencia...

“Lo que ha nacido morirá,
lo que se ha recogido se dispersará,
lo que se ha acumulado se agotará,
lo que se ha construido se derrumbará
y lo que ha estado en alto descenderá.”



Antes de morir, el Budha preguntó a sus discípulos si tenían alguna última Interrogante que hacerle. Los discípulos permanecieron en silencio. Y entonces, el Budha dijo sus últimas palabras:


“Todas las cosas condicionadas son impermanentes. Busquen sus salvación diligentemente! .


Y esta afirmación, a manera de un legado a sus discípulos y a toda la humanidad, contiene el corazón de su enseñanza. Anicca, es decir: la impermanencia o transitoriedad de todas las cosas.”

“En el período clásico de la historia del Japón se acuño el término Aware que significa sensibilidad, sensibilidad ante la transitoriedad de las cosas. El cerezo blanco que florece y declina, las nubes que forman tenues trazos en el cielo y se van, los cantos rodados que el mar envuelve y se lleva, las hojas marrones que en otoño se aferran a los árboles para desaparecer inevitablemente, en fin, la vida misma, breve e inasible, que reverbera sólo fugazmente para eclipsarse en la muerte.”

El Budhismo afirma que tanto nuestra realidad interior como la del mundo externo, están siempre en un estado de cambio permanente. La estabilidad, sea en los átomos, en las cordilleras montañosas, o aún en nosotros mismos es una ilusión. Según la doctrina budhista, ninguno de nosotros es física, emocional ni mentalmente la misma persona que éramos hace años. Ni siquiera hace, minutos o un solo instante. Todas las situaciones, todas las entidades, todos nuestros pensamientos y todos nuestros estados de ánimo nacen, generan fuerza, se deterioran y desaparecen. Para el budismo, somos seres cambiantes en un mundo cambiante. Por eso no nos es posible encontrar seguridad permanente ni certidumbre absoluta, incluso en el más próximo futuro..

La muerte no existe. En Occidente no se enseña a morir y tenemos la falsa Idea de que no vamos a morir nunca. Es muy necesario meditar en estos casos más en la muerte. La muerte está en todas partes, cada día muere parte de nosotros y otra es renovada, así vamos perfeccionando, pero quién tristemente se ata al cuerpo y no quiere ver la realidad, haciendo permanente la impermanencia, aplazando aquello que no desea pero que sabe que inevitablemente algún día llegará. El cuerpo es mortal al sentirnos identificados con el cuerpo hace que no queramos desprendernos de él, pero por más empeño que pongamos en mantener con vida aquello que carece de vida, en mantener la confianza en aquello que no la posee y la esperanza donde no la hay, termina atrapado en las redes de una araña como los mosquitos porque la impermanencia está ahí, no podemos detenerla ni prolongarla porque todo ocurre en su momento y no hay más vueltas que dar. Todo es impermanente, sólo lo que carece de existencia es eterno.

Reflexione sobre esto: la percepción de la impermanencia es, paradójicamente, la única cosa a que podemos aferrarnos, quizás nuestra única posesión duradera. Es como el cielo o la tierra. Aunque todo a nuestro alrededor cambie o se venga abajo, ellos se mantienen.

Concluyo el tema con palabras del Maestro Chuang Tzu:


“El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Cuanto más vive, más estúpido se vuelve, porque su ansia por evitar la muerte inevitable se hace cada vez más aguda. ¡Qué amargura! ¡Vive por lo que está siempre fuera de su alcance! Su sed de sobrevivir en el futuro le impide vivir en el presente.”

domingo, 6 de septiembre de 2009

LOS INSTANTES PERDIDOS SON IRRECUPERABLES

La vida puede ser vivida, o transformarse en un simulacro. Puede ser serena, puede ser competitiva. Puede ser alegre, puede ser triste, pero siempre es irrecuperable. Rabindranath Tagore, poeta indio, decía: "Si de noche lloras porque se ha ido el sol, tampoco podrás ver las estrellas".

El ser humano, eternamente insatisfecho, padece cuando no tiene nada y también padece cuando tiene demasiado. No quiere conservar sus bienes para disfrutarlos, sino mantenerlos para acrecentarlos.

Si alguien es demasiado amado, se siente atosigado. Si nadie lo ama, se siente desgraciado. Cuando está con una persona añora otra presencia. Cuando está en alguna parte, quisiera estar en otra.

Tantas veces el valor lo obtiene lo que se ha perdido. Tantas veces lo largamente anhelado aburre y desespera. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo dejaremos escapar lo que tenemos buscando lo que tampoco disfrutaremos? ¿Y hasta cuándo seguiremos pensando que es tarde, que ya no hay oportunidad?

Vivamos el momento, disfrutemos lo que tenemos y nunca, pero nunca, olvidemos que el único tiempo que podemos perder es el que todavía no ha llegado.

El resto es pasado.

Desconozco autor

¿TE SIENTES INDISPENSABLE?

Comienza la Historia...
• Valentín se graduó hace un par de años y
vive en Estados Unidos.
• Tiene un trabajo en el área de
computación en una compañía
internacional que lo lleva a viajar con
frecuencia por diversos países.
• Cuando le pregunté por su trabajo, me
respondió: "Tranquilo, pero muy bien".
¿Porque tranquilo?
• Le pregunté?
• Me dio una respuesta muy interesante: "Porque allá
se entra muy puntualmente pero se debe salir
también a la hora exacta.
• Si te quedas a trabajar más tiempo, tu jefe empieza
a dudar de tu capacidad y ofrece quitarte el trabajo.
• El trabajo que se asigna es para realizarse dentro
de las horas que debes permanecer en la oficina y a
la empresa le interesa que quienes trabajan ahí
tengan una vida personal.
Esa vida Personal comienza a las 6:00 de la
tarde...
Esto coincide con un programa de televisión que me tocó ver por
cable en días pasados. Era una reunión de expertos en relaciones
laborales y la gran discusión eran los horarios de trabajo que se
han alterado en muchos países.
Uno de los expertos en relaciones humanas dijo que el trabajo NO
debería sustituir jamás a la vida personal del trabajador . Y explicó
por qué: "La única posibilidad de encontrar el equilibrio necesario
para que una persona sea sana en lo psicológico, emocional e
intelectual es que
le dedique tanto tiempo a sus relaciones
personales como a sus relaciones laborales.
Las “exigencias laborales“ -explicó- se han vuelto muy
demandantes.
Algunas empresas han obligado a sus empleados a posponer su
vida personal para un futuro que nunca llega y lo que es peor, a
renunciar a ella para sustituirla con la vida laboral, lo cual es
ENTRE MUCHAS OTRAS COSAS...
Uno de los expertos señaló algunas de las
cuestiones que deberían encender la alarma en
cualquier institución o empresa, porque son
síntomas de que algo anda mal:
• Exceso de juntas, particularmente de aquellas en
las cuales se discute mucho pero no se llega a
nada concreto.
• Planes y proyectos muy bien elaborados que rara
vez toman forma.
ENTRE MUCHAS OTRAS COSAS...
• El premiar a quien permanece trabajando dos o tres horas
después de la hora de salida. Según el experto, eso sólo puede
suceder por tres razones:
1. Porque no le alcanza el tiempo
(síntoma de ineficiencia o
incapacidad por parte del trabajador).
2. Porque se le ha asignado más trabajo del que debe tener
ese
puesto (síntoma de ineficiencia de la empresa o de quien asigna el
3. Porque hizo cosas ajenas al trabajo durante el tiempo de éste
(deshonestidad del trabajador) y, por lo tanto, debe reponer
tiempo perdido.
Efecto dominó (cualquiera de las tres opciones mencionadas
sucede con alguien y afecta el trabajo de otros que, como
consecuencia, también se tendrán que quedar a completar su
responsabilidad).
Visualización errada.....
El que todos los ejecutivos o directivos deban estar siempre (a
cualquier hora de cualquier día disponibles , para lo cual se les obliga
a cargar con un rastreador a donde vayan: celular, beeper, etc.
El que se reciban mensajes, electrónicos oficiales escritos a altas
horas de la noche o en la madrugada y/o durante fines de semana
(que deben estar dedicados a la vida familiar) y/o de sitios
vacacionales o de descanso.
El que entre los empleados o directivos de los niveles superiores
haya un índice muy alto de divorcios , o peor aún: de infartos y crisis
El que los familiares (principalmente esposa e hijos) de los
trabajadores se quejen del tiempo excesivo que éstos le dedican a la
El que el único tema de discusión o platica en las reuniones donde
coinciden varias personas de la misma empresa sea relacionado con
El que los trabajadores descubran que
ir al cine, teatro, ópera ,
conciertos, museos o centros de diversión se ha vuelto una actividad
excepcional en su vida.
El que el trabajo se convierta en algo agobiante y genere más estrés
que satisfacción en quien lo realiza.
¿Te reconoces en alguna o
en varias de ellas?
¿Reconoces a tu esposo(a), a tu jefe(a), amigo(a), tus
colegas? ¿Crees que el experto está equivocado?
¿Las
consideras exageraciones?
El trabajo es uno de los elementos importantes en la vida de
los seres humanos, pero no el único.
Una pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que saliste de tu
trabajo a la "hora de salida", sin sentirte culpable? Ahora,
¿qué opinas? A veces nos desvivimos tanto por el trabajo
que lo menos que esperamos es una gratificación a
nuestros esfuerzos.
Por eso pienso que uno debe compartir con su familia todo
el tiempo que pueda.
En el trabajo solamente ,
somos un número mas...
• El trabajo se mantiene y otro número toma tu
lugar, nadie es indispensable en un compañía.
Entiende, comprende, reflexiona:
Que en tu HOGAR nadie toma TU LUGAR y TU si
eres INDISPENSABLE en él.
Cualquier similitud con la vida real, es
solamente una mera coincidencia....

sábado, 5 de septiembre de 2009

Dueños de la vida..

Pareciera que todos son dueños de sus vidas.
En cambio son pocos los que son verdaderamente, dueños de sus propias vidas.

Y ésta es la causa de muchas tristezas, depresiones, descontentos, ansiedades y angustias.

Tenemos la impresión de que no llevamos las riendas de nuestra propia existencia. Y eso no nos gusta.

Sentimos que nuestra vida está en otras manos y que no la dirigimos como verdaderos dueños.

Aduéñate de tu vida.
Es tan importante y consolador que bien merece el esfuerzo.

Si esperas que los demás decidan por ti.
Si culpas a otros por tus errores y desgracias.
Si no te conoces, amas y respetas de verdad a ti mismo.

NECESITAS URGENTEMENTE ADUEÑARTE DE TU VIDA.

Cuanto más dueños nos sentimos de nuestra propia vida, menos necesitamos imponer, dirigir y controlar a los demás.

Un maestro de la antigüedad ya escribía hace cientos de años:
“Si yo no me pertenezco a mi mismo, entonces ¿quién puede pertenecerme? Y si soy únicamente para mí mismo, entonces ¿qué soy?”.
Y si todo esto no lo hago ahora, ¿cuándo?

Muchos piensan que sintiéndose pobres, sumisos, débiles, humildes...
los demás los amarán más y aceptarán mejor.

Muchos piensan que sintiendo y pensando como los demás, son mejor aceptados por ellos.

Muchos piensan que siendo dueños de sus vidas, con verdadera libertad interior, se sentirán aislados y nadie los ayudará, olvidando que cuanto más dueños somos de nuestras vidas, más damos y mas recibimos.

Muchos piensan que hacen un gran favor y obsequio estimable al otro, cuando dicen: “Sin ti mi vida es nada. Sin tu amor no soy nada”.
Si es así, el único que vale es el otro.
Ellos sólo le ofrecen lo que son: nada.

ADUEÑATE DE TU VIDA.

Empieza a pensar por ti, a sentir por ti, a decidir por ti y asumir las consecuencias de todos tus actos.

Es la única manera de que tu vida sea realmente tuya.-
Darío Lostado

COMO LOS PAJAROS ADQUIRIERON SUS ALAS

Existe una fábula acerca de la manera en como los pájaros adquirieron las alas. Al principio fueron formados sin alas. Entonces Dios hizo las alas y las puso delante de los pájaros, que carecían de ellas, diciéndoles:
"Venid, tomad estas cargas y llevadlas".
Los pájaros tenían un plumaje delicioso y sus trinos eran melodiosos. Podían cantar y sus plumas brillaban en la claridad del sol, pero no podían remontarse en el aire.
Al principio vacilaron cuando se les mandó tomar las cargas que había junto a sus pies, pero pronto obedecieron y, cogiendo las cargas con sus picos, las colocaron en sus espaldas para llevarlas.
Durante un poco de tiempo la carga parecía pesada y dura de llevar, pero no transcurrió mucho en que, llevando sus cargas y desplegándolas sobre sus corazones, las alas crecieron de prisa en sus cuerpecitos, y de pronto descubrieron la manera de usarlas y se elevaron en el aire por medio de ellas.
Las cargas se convirtieron en alas.
Es una parábola.
Nosotros somos los pájaros sin alas y nuestros deberes y tareas son las alas que Dios ha hecho para elevarnos hacia el cielo. Miramos a nuestras dificultades y pesadas cargas y nos asustan, pero cuando las levantamos y atamos sobre nuestros corazones se convierten en alas y con ellas nos elevamos y remontamos hacia Dios.
No existe carga que, si la levantamos con alegría y la llevamos con amor en nuestros corazones,
no se convierta en una bendición para nosotros.
Dios dice que nuestras tareas son nuestras mejores amigas. Rehusar el inclinar nuestras espaldas para recibir una carga es rechazar una nueva oportunidad para progresar.

J. R. Miller
Toma la carga con alegría, no reniegues de ella, lentamente tus alas se abrirán y podrás volar.
A veces parece imposible que podamos llevar tanto peso pero al pasar el tiempo nos damos cuenta que Dios no nos da más peso del que podemos llevar.
Por ello siempre despliega tus alas, no pienses
¿por qué a mi? ¿Me merezco esto?
Simplemente lleva la carga, no te resistas pues al pasar el tiempo comprenderás que tu crecimiento interior fue maravilloso y que tu fortaleza logró que puedas elevarte por encima del infortunio.
Nos toca vivir a veces situaciones impensadas, no sabemos qué hacer, nos sentimos a la deriva, quizás queremos quedarnos paralizados ahí por temor al futuro, tal vez preferimos ignorar o no pensar en el problema pero debemos enfrentar lo que nos toca con la firme convicción de que vamos a poder solucionarlo,
y que pronto volveremos a sentirnos en paz y bien.
Todo pasa, nada es eterno, los problemas tampoco y de nuestra fuerza,
de nuestra alegría
y de nuestra fe depende
que nuestras alas se desplieguen siempre aún
cuando la carga nos parezca demasiado pesada.

Moralización de los seres en algunas de las religiones.

Todas las religiones tienen sus puntos luminosos, por estar inspiradas en fuentes de la espiritualidad de sus tiempos y comprensiones, y las hay inclinadas, por su génesis y teología, al dominio, al egoísmo, queriéndolo todo para sí y ocultando muchas veces la verdad, y con sus variantes convencionales lucrarse en lo posible.

En cada época ha sido conveniente refrenar, por medio del temor, los instintos humanos, por no estar preparadas las comprensiones de los seres, y ha sido necesario pasar por ellas formándoles en sus pensamientos un algo que les diera forma en su imaginación, pensamientos erróneos que al fin les den esperanza o temor en otra vida y, confiados en ella, les cuentan sus más íntimos secretos.

A cada tiempo, a cada humanidad hay que darle verdades más afinadas a la comprensión de su época. La de hoy, cuánto lucha por implantar verdades y no creen en ellas; todos no quieren soltar su presa, pera la verdad es una: la que ha de alumbrar a toda la Humanidad.

Cuántos seres dicen y hacen lo que no creen, ni creen lo que dicen. Pero sí que todos recomiendan la moral y el bien, y si alguno la aprovecha, Dios de las bondades y misericordias también les recibe.

Todas las religiones tienen sus enseñanzas morales que luego se convierten en oscuridad. ¿De qué les ha servido tanta ostentación? Cuántas veces, en sus soledades, meditan, comparan y dicen: ¡todo es una mentira! Y como resultado, el ateísmo, el materialismo, y para muchos la indiferencia, les inclina en la pendiente del vicio, sin poner reparo en el bien ni el mal, por creer que con la muerte ya termina todo. ¡Qué aberración! ¿Dónde está el estudio? ¿Dónde la comprensión? ¿No os dicta vuestra conciencia que hay un algo más?



¡Fuimos ayer, somos hoy y continuaremos siendo mañana!



Flor triste, flor oscurecida,

ella muy, bien me enseñó

lo que en blanco y negro había,

y mi alma entristeció.



Otra flor de más perfume, ya lo sé yo,

que muy bien me embalsamó:

el Gran Espiritismo Moderno,

el que a mi alma alumbró.



Y entre flores y espinas

pude muy bien comprender

que las enseñanzas divinas

dan la alegría al ser,

dale esperanzas y alegrías,

guiándote noche y día

para saber comprender

y esperar un nuevo día.





Espiritismo moderno y reformado.

Allan Kardec

Un cuento de Tagore...

Ya el sol se había puesto entre el enredo del bosque sobre los ríos.

Los niños de la ermita habían vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego, oyendo a su maestro Gautama, cuando llegó un niño desconocido y lo saludó con flores y frutos. Luego, tras una profunda reverencia, le dijo con voz de pájaro:

"Señor Gautama, vengo a que me guíes por el Sendero de la Verdad.

Me llamo Satyakama"

"Bendito seas -dijo el Maestro- ¿Y de qué casta eres, hijo mío? Porque sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría".

Contestó el niño:

"No sé de qué casta soy, Maestro; pero voy a preguntárselo a mi madre".

Se despidió Satyakama, cruzó el río por lo más estrecho, y volvió a la choza de su madre, que estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea ya dormida.

La lámpara iluminaba débilmente la puerta, y la madre estaba fuera, de pie en la sombra, esperando la vuelta de su hijo

Lo cogió contra su pecho, lo besó en la cabeza y le preguntó qué le había dicho el Maestro.

"¿Cómo se llama mi padre? -dijo el niño- Porque me ha dicho el Señor Gautama que sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría".

La mujer bajó los ojos y le habló dulcemente: "Cuando joven yo era pobre y conocí muchos amos. Sólo puedo decirte que tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido".

Los primeros rayos del sol ardían en la copa de los árboles de la ermita del bosque. Los niños, aún mojado el revuelto pelo del baño de la mañana, estaban sentados ante su Maestro, bajo un árbol viejo.

Llegó Satyakan, le hizo una profunda reverencia al Maestro y se quedó de pie en silencio.

"Dime -le preguntó el Maestro- ¿Sabes ya de qué casta eres?"

"Señor -contestó Satyakama-, no sé. Mi madre me dijo: Yo conocí muchos amos cuando joven, y tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido".

Entonces se levantó un rumor como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su colmena. Y los estudiantes murmuraban entre dientes de la desvergonzada insolencia del niño sin padre.

Pero el Maestro Gautama se levantó, trajo al niño con sus brazos hasta su pecho, y le dijo:

"Tú eres el mejor de todos los brahmines, hijo mío;

porque tienes la herencia más noble,

que es de la verdad".

Rabindranat Tagore

Pablo Neruda

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tu has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de tus actos
y prueba que tu siempre has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso
ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote
como un niño.

Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones,
de quien vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas
y más en tu trabajo y tus problemas
sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor
y a ser más grande que el más grande
de los obstáculos,
mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte
porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.

~ Pablo Neruda ~

Independencia emocional

Al principio de nuestra vida, y una vez más cuando envejecemos, nos hacen falta la ayuda y el cariño de los demás. Desgraciadamente, entre estos dos periodos de nuestra vida, durante el tiempo en el que somos fuertes y capaces de cuidar de nosotros mismos, descuidamos el valioso cultivo del cariño y de la compasión. Puesto que nuestra propia vida comienza y termina con necesidad de afecto, ¿no sería mejor que practicásemos la compasión y el amor hacia los demás mientras somos fuertes y capaces?»

La cita es del actual Dalai Lama. Es verdaderamente curioso observar cómo nos enorgullecemos de nuestra independencia emocional. Aunque, claro está, tal cosa sea muy cuestionable: seguimos necesitando a los demás durante toda nuestra existencia, sólo que resulta “vergonzoso” demostrarlo, y entonces preferimos llorar ocultamente. Y si alguien nos pide ayuda, es que se trata de un sujeto débil, de alguien incapaz de controlar sus sentimientos.

Hay una ley no escrita que dice que “el mundo es de los fuertes”, y que “sobrevive apenas el más apto”. Si esto fuese cierto, la especie humana no habría podido subsistir, pues sus individuos necesitan protección durante un largo periodo de tiempo (los especialistas dicen que apenas podemos valernos por nosotros mismos después de los nueve años de edad, mientras que una jirafa lo consigue en ocho meses como máximo, y una abeja alcanza su independencia en menos de cinco minutos).

Estamos en este mundo. Por lo que a mí respecta, yo sigo – y seguiré siempre – dependiendo de los demás. Dependo de mi mujer, de mis amigos, de mis editores. Dependo incluso de mis enemigos, que me ayudan a permanecer siempre adiestrado en el uso de la espada.

Desde luego, hay momentos en los que este fuego avanza en otra dirección, pero yo nunca dejo de preguntarme: ¿Dónde están los otros? ¿Acaso me aislé demasiado? Como a cualquier persona sana, también me hace falta la soledad, el tiempo de la reflexión.
Pero esto no debe convertirse en un vicio.

La independencia emocional no conduce absolutamente a ninguna parte – a no ser a una pretendida fortaleza, cuyo único e inútil objetivo es impresionar a los demás.
La dependencia emocional, por su parte, es como una hoguera que encendiéramos.

Al principio, las relaciones son difíciles. De la misma manera, con el fuego hay que conformarse primero con el desagradable humo, que dificulta la respiración y arranca las lágrimas. Sin embargo, una vez encendido el fuego, el humo desaparece, y las llamas lo iluminan todo, transmitiendo calor, calma, y, de cuando en cuando, haciendo saltar alguna brasa que nos quema, pero que también anima nuestra relación. ¿No están de acuerdo?

Esta columna empezaba con una cita de un premio Nobel de la Paz defendiendo la importancia de las relaciones humanas. Concluyo ahora con unas palabras del profesor Albert Schweitzer, médico e misionero, que recibió el mismo premio Nobel en 1952:

«Todos hemos oído hablar de una dolencia de África Central conocida como enfermedad del sueño. Lo que tenemos que saber es que existe una enfermedad muy similar que ataca al alma, y que es muy peligrosa, porque se desarrolla sin ser detectada. Al notar el menor síntoma de indiferencia y de falta de entusiasmo ante los demás, hay que hacer saltar las alarmas. La única manera de prevenirse contra esta enfermedad es entender que el alma sufre, y mucho, cuando la obligamos a vivir superficialmente. Al alma le gustan las cosas bellas y profundas.

Paulo Coelho.