Siento gratitud por el Buda por señalar que aquello contra lo que luchamos durante toda la vida puede aceptarse como una experiencia ordinaria.
La vida sube y baja continuamente.
La gente y las situaciones son imprevisibles, como todo lo demás. Todos conocemos el dolor de no conseguir aquello que deseamos: los santos, los pecadores, los vencedores y los perdedores. Me siento agradecida de que alguien viera la verdad y nos la señalara para que no suframos esta clase de dolor por nuestra incapacidad de percibir correctamente las cosas:
Que nada es estático o fijo, que todo es fuga e impermanente, es la primera marca de la existencia. Es una realidad ineludible.
Todo se encuentra en un proceso. Todo - cada árbol, cada brizna de hierba, los animales, los insectos, los seres humanos, los edificios, cualquier entre animado e inanimado- está cambiando siempre a cada momento.
No necesitamos ser místicos y físicos para saberlo.
Sin embargo, en nuestra experiencia personal, nos resistimos a este hecho básico. En realidad significa que la vida no va a ser siempre como deseamos.
Significa que nos ofrecerá tanto pérdidas como ganancias, pero esto a nosotros no nos gusta.
Desconozco el autor
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