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domingo, 29 de agosto de 2010

Gratitud y prosperidad



Se recibe cuando se da. Hay que arriesgarse para
llegar a nuevos territorios, y hay que dar las
gracias para reforzar y elevar el funcionamiento de
la vida. La gratitud es la madre de los demás
sentimientos.
Generalmente la gente reclama aquello
que no tiene y le gustaría tener, o lo que tuvo y
perdió. Rara vez encontramos a alguien que da
gracias por lo que tiene, o por aquello que no tiene
y no le gustaría tener.
La gratitud es escasa en este mundo, y
por ello hay una falta de armonía e infelicidad en
nuestra vida.
Agradezca diariamente aquello que tiene y le
gusta, y el Universo continuará proporcionándole
no sólo eso, sino también lo que no tiene y ni
siquiera sabe que le gustaría tener.

Autor: Lair Ribeiro

Velas azules:

Se usa en rituales para obtener sabiduría, devoción, inspiración, armonía, luz interior, calma y tranquilidad en el hogar. Sirven para potenciar la habilidad para los estudios o la solución a problemas de salud. Confiere paz, comprensión, paciencia, veracidad y liderazgo, también en los que se requiere un estado de profunda meditación; o en rituales que demandan la energía de Júpiter o Saturno. Se asocian con los signos Sagitario, Piscis, Capricornio y Acuario. Se usan los días jueves y sábado.


- ilumina camino espiritual en corazón


- orienta a seres fallecidos recientemente


- ilumina el espíritu, alejando el fanatismo


- concreta los mensajes del más allá


- es la luz de la tierra q asciende a las alturas


Simboliza el honor, la tranquilidad, la inspiración, la verdad, la calma y la serenidad. Se recomienda encender muchas velas azules cuando se está angustiado o deprimido, ya que su color evoca la tranquilidad del mar, el susurro de sus olas y la profundidad de su color.

Que no me pierda

Que no me pierda en la noche
que no me duerma en el vino
que no me pierda del camino
en el abrazo de la gente que tiene el corazón frío
que no me pierda en la bruma
que no me duerma en el ruido
que no me encuentre confundido
en el canto del que adula y que sólo juega conmigo

que no me pierda en el aplauso indiferente
de esa gente que aparenta conmigo
que no me pierda en un mundo que no entiende
que ha vendido ya su alma y sentido
que no me pierda en la tarde
que no me duerma vencido
que no me pierda en el aire cansado de respirar
Que no me pierda en la sombra
que no me duerma en el brillo
que no me pierda en el carino
del que jura y que calcula y que nunca ha sido mi amigo
que no me pierda en la duda
que no duerma rendido
que no me pierda convencido
en el llanto del que miente y que ya
empenó su destino

que no me pierda en el género inconsciente
que ha dejado ya su alma al olvido no no
que no me pierda en la risa complaciente
del que espera algo a cambio conmigo
que no me pierda en la noche
que no me pierda en el vino
la vida vale la pena
si aprendo hacer el camino
Que no me pierda en la noche
que no me duerma en el vino, ay no ,
que no me aparte de mi destino
no me dejes sin tu carino
no me dejes sólo y perdido
sin ti no encuentro el camino
Sin ti me quedo solito
que no me pierda en la sombra
que no me duerma en el brillo, ay no ,
que no me quede sin tu cariño
que no me pierda en la sombra
que no me duerma en el brillo, ay no .

Diego Torres

Gratitud por Buda

Siento gratitud por el Buda por señalar que aquello contra lo que luchamos durante toda la vida puede aceptarse como una experiencia ordinaria.
La vida sube y baja continuamente.
La gente y las situaciones son imprevisibles, como todo lo demás. Todos conocemos el dolor de no conseguir aquello que deseamos: los santos, los pecadores, los vencedores y los perdedores. Me siento agradecida de que alguien viera la verdad y nos la señalara para que no suframos esta clase de dolor por nuestra incapacidad de percibir correctamente las cosas:
Que nada es estático o fijo, que todo es fuga e impermanente, es la primera marca de la existencia. Es una realidad ineludible.
Todo se encuentra en un proceso. Todo - cada árbol, cada brizna de hierba, los animales, los insectos, los seres humanos, los edificios, cualquier entre animado e inanimado- está cambiando siempre a cada momento.
No necesitamos ser místicos y físicos para saberlo.
Sin embargo, en nuestra experiencia personal, nos resistimos a este hecho básico. En realidad significa que la vida no va a ser siempre como deseamos.
Significa que nos ofrecerá tanto pérdidas como ganancias, pero esto a nosotros no nos gusta.

Desconozco el autor

ANTIGUA BENDICIÓN IRLANDESA

* Publicado por patricia aguirre
*
* “Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos,
que el viento sople siempre a tus espaldas,
que el sol brille cálido sobre tu cara,
que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos y,
hasta tanto volvamos a encontrarnos,
que Dios te lleve en la palma de su mano.”

BENDICION

Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que nunca quieras vivir tanto como vives.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron.
Pero nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos.
Pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron
Pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea mayor a la felicidad del día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima y que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
Una luna llena en una noche oscura,
Y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que haya una generación de hijos en los hijos de tus hijos.
¡Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte!
Que el Señor te guarde en Su mano y nunca apriete mucho el puño.
Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen,
Que los ángeles te protejan, y que el cielo te reciba,
Que la fortuna de las colinas irlandesas te abracen.
Que las Bendiciones de San Patricio te contemplen.
Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero,
Que la buena suerte te persiga, cada día y cada noche.
Muros contra el viento, un techo para la lluvia, bebidas junto a la fogata,
Risas para consolarte y aquellos a quienes amas cerca de ti,
¡Y todo lo que tu corazón desee!
Que Dios esté contigo y te bendiga,
Que veas a los hijos de tus hijos,
Que el infortunio sea pobre, seas rico en bendiciones.
Que no conozcas nada más que la felicidad
Que desde este día en adelante, Dios te conceda muchos años de vida,
De seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.

Oir

Un rey mandó a su hijo a estudiar a un templo de un gran maestro
con el objetivo de prepararlo para que sea una gran persona.

Cuando el príncipe llegó al templo, el maestro lo mandó sólo hacia el bosque.
El tendría que regresar un año después, con la tarea de describir
todos los sonidos del bosque.

Cuando el príncipe regresó al templo al cabo de un año,
el maestro le pidió que describiera todos los sonidos que había podido
oír.

Entonces dijo el príncipe:

"Maestro, pude oír el canto de los pájaros, el ruido de las hojas,
el revoloteo de los picaflores, la brisa acariciando las hierbas,
el zumbido de las abejas, el sonido del viento surcando los cielos".

Y al terminar su relato, el maestro le pidió que regresara al bosque
para oír más, todo lo que fuera posible.

Intrigado, el príncipe obedeció la orden del maestro, pensando:
"No entiendo, yo ya distinguí todos los sonidos del bosque..."

Pasó días y noches enteras en soledad oyendo, oyendo, oyendo..
pero no consiguió distinguir nada nuevo,
además de aquello que le había dicho al maestro.

Sin embargo, una mañana, comenzó a distinguir sonidos vagos,
diferentes a todo lo que había oído antes.

Y cuanta más atención prestaba, los sonidos se volvían más claros.
Una sensación de encanto envolvió al muchacho.

Pensó: "Esos deben ser los sonidos que el maestro quería que oyera..."
Y sin prisa, permaneció allí oyendo y oyendo, pacientemente.

Quería estar seguro de que estaba en el camino correcto.
Cuando volvió al templo, el maestro le preguntó qué más había podido oír.
Paciente y respetuosamente el príncipe le dijo:

"Maestro, cuando presté atención pude oír
el inaudible sonido de las flores abriéndose,
el sonido del sol saliendo y calentando la tierra
y el de las hierbas bebiendo el rocío de la noche..."

El maestro sonriendo, asintió con la cabeza en señal de aprobación, y dijo:

"Oír lo inaudible es tener la calma necesaria para convertirse
en una gran persona".

lunes, 12 de octubre de 2009

Alcanzar



Si quieres tener el mar,
contémplalo,
y abre tus manos en sus aguas
y todo el mar estará en ellas…;
porque si cierras tus manos para retenerlo,
se quedarán vacías.


Si quieres tener un amigo peregrino,
déjalo marchar y lo tendrás…;
porque si lo retienes para poseerlo,
lo estarás perdiendo,
y tendrás un prisionero.


Si quieres tener el viento,
extiende tus brazos y abre tus manos
y todo el viento será tuyo…;
porque si quieres retenerlo
te quedarás sin nada.


Si quieres tener un hijo,
déjalo crecer,
déjalo partir, y que se aleje,
y lo tendrás maduro a su regreso…;
porque si lo retienes poseído
lo pierdes para siempre.


Si quieres tener el sol
y gozar de su luz maravillosa
abre los ojos y contempla…;
porque si los cierras
para retener su luz que ya alcanzaste,
te quedarás a oscuras.


Si quieres vivir el gozo de tener
libérate de la manía de poseer y retener.
Goza de la mariposa que revolotea,
goza del río que corre huidizo,
goza de la flor que se abre cara al cielo…;
goza teniéndolo todo
sin poseerlo…sin retenerlo.


¡Sólo así gozarás de la vida,
sabiendo que la tienes sin poseerla,
dejándola correr sin retenerla.


Desconozco el autor

Lakshmi y Saraswati

"Cuenta una antigua historia Védica que un joven salió en busca de la Abundancia. Por muchos meses anduvo por los campos, hasta que un día se internó en un bosque donde encontró un maestro espiritual al que preguntó si conocía el secreto para obtener riqueza y prosperidad.


El maestro le contestó: "en el corazón de cada ser humano residen dos diosas, una es Lakshmi, la diosa de la riqueza, es generosa y bella, si tú la veneras, te prodigará con tesoros y riquezas, pero también es celosa, puede retirarte su apoyo sin prevenírtelo. La otra diosa es Saraswati, la disoa de la sabiduría. Si tú la veneras y te dedicas a alcanzar la sabiduría, Lakshmi se pondrá celosa y te prestará mayor atención. Mientras más busques la sabiduría, Lakshmi te perseguirá más intensamente".


Mientras más gente dedica su vida a la persecución de Lakshmi -dinero, mansiones, autos de lujo y otros símbolos de riqueza-, la verdadera abundacia, no es conseguir todo lo que el ego desea en un tiempo dado, es más bien saber quién eres tú realmente que es: pura consciencia, pura potencialidad. Tu sentido de ser se expande más allá de tu identificación con tu cuerpo físico o tu mente y despiertas a tu naturaleza esencial espiritual. En este estado de conscienca expandida, te deshaces de creencias limitantes y miedos, permitiendo al infinito campo de inteligencia llenar sin esfuerzo, tus deseos y deseos.


Hoy por hoy en nuestro ambiente económico, la hipnosis masiva de escasez y miedo puede llegar a ser irresistible. En lugar de agotar tu energía mental con preocupaciones, dirígela a cultivar riqueza espiritual y entusiasmo y a alcanzar tu verdadero potencial. Una manera de obtenerlo es meditando, conectándote con tu verdadera naturaleza...


La abundancia puede llegar en forma de amistades, sabiduría, dinero, expresión creatriva, buena salud, relaciones amorosas, energía mental y entusiasmo, paz mental e infinidad de otras maneras. Pero, de cualquier manera que la riqueza se manifieste, el hecho es que estos efectos son el resultado espontáneo de tu despertar espiritual; ellos no son buscados por sí mismos, si no son más bien el verdadero regalo que te da la vida: la manifestación de tu divinidad interna.
Con amor,

Deepak Chopra

domingo, 4 de octubre de 2009

La Soberbia del Arbol... Sabiduria Budista

Dicen que hace muchísimo tiempo a los árboles no se les caían las hojas.

Y sucedió que un anciano iba vagando por el mundo desde joven, su propósito era conocerlo todo. Al final estaba muy pero que muy cansado de subir y bajar montañas atravesar ríos, praderas andar y andar , cansado de esto decidió subir a la más alta montaña del mundo, desde donde, quizás, podría ver y conocerlo todo antes de morir.

Lo malo es que la montaña era tan alta que para llegar a la cumbre había que atravesar las nubes y subir más alto que ellas. Tan alta que casi podía tocar la luna con la mano extendida.

Pero al llegar a lo más alto, comprobó que solo podía distinguir un mar de nubes por debajo suyo y no el mundo que deseaba conocer.

Resignado decidió descansar un poco antes de continuar con su viaje.

Siguió andando hasta que encontró un árbol gigantesco. Al sentarse a su gran sombra no pudo menos que exclamar:

—¡Los Budas deben protegerte, pues ni la ventisca ni el huracán han podido abatir tu grandioso tronco ni arrancar una sola de tus hojas!

—Ni mucho menos, —contestó el árbol sacudiendo sus ramas con altivez y produciendo un gran escándalo con el sonido de sus hojas—, el maligno viento no es amigo de nadie, ni perdona a nadie, lo que ocurre es que yo soy más fuerte y hermoso.

- El viento se detiene asustado ante mí, no sea que me enfade con él y lo castigue, sabe bien que nada puede contra mí.

El anciano se levantó y se marchó, indignado de que algo tan bello pudiese ser tan necio como lo era ese árbol.

Al rato el cielo se oscureció y la tierra parecía temblar

Apareció el viento en persona: —¿Qué tal arbolito? —rugió el viento—, así que no soy lo bastante potente para ti, y te tengo miedo? ¡Ja, ja, ja! rió el viento

Al sonido de su risa todos los arboles del bosque se inclinaron atemorizados.

—Has de saber que si hasta ahora te he dejado en paz ha sido porque das sombra y cobijo al caminante, ¿No lo sabías?

—No, no lo sabía.

—Pues mañana a la luz del sol tendrás tu castigo, para que todos vean lo que les ocurre a los soberbios, ingratos y necios.

—Perdón, ten piedad, no lo haré más.

—¡Ja, ja, ja, de eso estoy seguro, ja, ja ja!

Mientras transcurría la noche el árbol meditaba sobre la terrible venganza del viento. Hasta que se le ocurrió un remedio que quizás le permitiese sobrevivir a la cólera del viento.

Se despojó de todas sus hojas y flores. De manera que a la salida del sol, en vez de un árbol magnífico, rey de los bosques, el viento encontró un miserable tronco, mutilado y desnudo.

Al verlo, el viento se echó a reir, cuando pudo parar le dijo así al árbol:

—En verdad que ahora ofreces un espectáculo triste y grotesco. Yo no hubiese sido tan cruel,¿que mayor venganza para tu orgullo que la que tu mismo te has infringido?, de ahora en adelante, todos los años tu y tus descendientes, que no quisisteis inclinaros ante mi, recuperareis esta facha, para que nunca olvidéis que no se debe ser necio y orgulloso.

Por eso los descendientes de aquel antiguo árbol pierden las hojas en otoño. Para que nunca olviden que nada es más fuerte que el viento.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La Impermanencia...

“Lo que ha nacido morirá,
lo que se ha recogido se dispersará,
lo que se ha acumulado se agotará,
lo que se ha construido se derrumbará
y lo que ha estado en alto descenderá.”



Antes de morir, el Budha preguntó a sus discípulos si tenían alguna última Interrogante que hacerle. Los discípulos permanecieron en silencio. Y entonces, el Budha dijo sus últimas palabras:


“Todas las cosas condicionadas son impermanentes. Busquen sus salvación diligentemente! .


Y esta afirmación, a manera de un legado a sus discípulos y a toda la humanidad, contiene el corazón de su enseñanza. Anicca, es decir: la impermanencia o transitoriedad de todas las cosas.”

“En el período clásico de la historia del Japón se acuño el término Aware que significa sensibilidad, sensibilidad ante la transitoriedad de las cosas. El cerezo blanco que florece y declina, las nubes que forman tenues trazos en el cielo y se van, los cantos rodados que el mar envuelve y se lleva, las hojas marrones que en otoño se aferran a los árboles para desaparecer inevitablemente, en fin, la vida misma, breve e inasible, que reverbera sólo fugazmente para eclipsarse en la muerte.”

El Budhismo afirma que tanto nuestra realidad interior como la del mundo externo, están siempre en un estado de cambio permanente. La estabilidad, sea en los átomos, en las cordilleras montañosas, o aún en nosotros mismos es una ilusión. Según la doctrina budhista, ninguno de nosotros es física, emocional ni mentalmente la misma persona que éramos hace años. Ni siquiera hace, minutos o un solo instante. Todas las situaciones, todas las entidades, todos nuestros pensamientos y todos nuestros estados de ánimo nacen, generan fuerza, se deterioran y desaparecen. Para el budismo, somos seres cambiantes en un mundo cambiante. Por eso no nos es posible encontrar seguridad permanente ni certidumbre absoluta, incluso en el más próximo futuro..

La muerte no existe. En Occidente no se enseña a morir y tenemos la falsa Idea de que no vamos a morir nunca. Es muy necesario meditar en estos casos más en la muerte. La muerte está en todas partes, cada día muere parte de nosotros y otra es renovada, así vamos perfeccionando, pero quién tristemente se ata al cuerpo y no quiere ver la realidad, haciendo permanente la impermanencia, aplazando aquello que no desea pero que sabe que inevitablemente algún día llegará. El cuerpo es mortal al sentirnos identificados con el cuerpo hace que no queramos desprendernos de él, pero por más empeño que pongamos en mantener con vida aquello que carece de vida, en mantener la confianza en aquello que no la posee y la esperanza donde no la hay, termina atrapado en las redes de una araña como los mosquitos porque la impermanencia está ahí, no podemos detenerla ni prolongarla porque todo ocurre en su momento y no hay más vueltas que dar. Todo es impermanente, sólo lo que carece de existencia es eterno.

Reflexione sobre esto: la percepción de la impermanencia es, paradójicamente, la única cosa a que podemos aferrarnos, quizás nuestra única posesión duradera. Es como el cielo o la tierra. Aunque todo a nuestro alrededor cambie o se venga abajo, ellos se mantienen.

Concluyo el tema con palabras del Maestro Chuang Tzu:


“El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Cuanto más vive, más estúpido se vuelve, porque su ansia por evitar la muerte inevitable se hace cada vez más aguda. ¡Qué amargura! ¡Vive por lo que está siempre fuera de su alcance! Su sed de sobrevivir en el futuro le impide vivir en el presente.”