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jueves, 15 de junio de 2023

Budismo: Las 3 marcas de la existencia

 Conocidas también como los tres sellos del dharma o tri-lasana:

*Impermanencia o anitya

*Sufrimiento o duhkha

*Ausencia de identidad en sí misma, del yo, o anatman.


1. Impermanencia o anitya

La impermanencia no es otra cosa que citar el modo cambiante del suceder natural de las cosas. Consideramos la impermanencia una aliada cuando nos trae bienestar, de enfermo a sano, de solo a enamorado, del trabajo a las vacaciones, pero cuando la impermanencia lleva el recorrido contrario, ya no la consideramos como una amable expresión de la vida sino como un enorme problema. Pero, en realidad, la impermanencia no es un problema, es más, a ella le resultamos indiferentes.


2. Sufrimiento o duhkha

«Cuanto más claramente veamos que no hay nada que hacer, con mayor nitidez sabremos qué es necesario hacer.» Lo esencial es discernir entre libertad y sufrimiento para que al levantarnos nos acompañe la disposición a no echar a correr ante nuestros sufrimientos sino de atravesarlos. 


3. Ausencia de identidad en sí misma, del yo, o anatman.

El yo egoico tanto se defiende, protege o complace como se juzga, critica y ataca, hace que nos pensemos, casi obsesivamente, en relación con los demás haciéndonos sentir inferiores y fracasados por no gustar, parecer débiles por no estar a la altura de lo que hoy se entiende por éxito. O, por el contrario, orgullosos, vanidosos y competitivos. Una mente fuerte es una mente resiliente, libre y sagaz, que sabe gestionar de manera adecuada los sucesos de la vida, sean los que sean; una mente que no se siente insegura, sino abierta a los otros; una mente que no está zarandeada por la cólera, la codicia, la envidia u otros factores mentales perturbadores. Todas esas cualidades llegan cuando hemos logrado reducir la sensación de un yo como identidad.


Zen día a día, Gaia ediciones, 2012.

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