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jueves, 17 de julio de 2008

C U A N D O...

Cuando te encuentres sereno y feliz, en cualquier parte;
cuando todo el mundo sea tu país...
cuando no teniendo nada, sientas que lo tienes todo;
cuando en la opulencia luzcas humildad;
cuando devuelvas bien por mal, sin importar a quien
y veas a tu hermano en cada ser;
cuando apliques que amar es sólo dar
y dar sin importar, más que tan sólo dar;
cuando indiferente avances, entre aquellos que te insulten
y en silencio les envíes tu perdón...
cuando nadie pueda herirte, ni por nada has de afligirte,
cuando a quien te odie tu le des amor...

Cuando ejerzas la inocencia con conciencia;
cuando busques el saber así como hoy buscas el pan...

Cuando ames todo sin pasión, ni posesión...
cuando la realidad se imponga al fin a la ilusión;
cuando sepas aliviar las penas, de aquellos que sufren
y tus labios digan sólo la verdad...
cuando hagas del deber un placer
y el placer, no sea más para ti un deber...
cuando vivas el presente como lo único urgente...
cuando la bondad sea tu voluntad...
cuando el egoísmo ceda al altruismo...
cuando la impureza ceda a la pureza y la virtud...

ENTONCES,
SERÁS UN HOMBRE, SERÁS UNA MUJER.
SERÁS UN SER QUE ALCANZÓ LA HUMANIDAD...
SERÁS UN HIJO DEL PLANETA QUE ALCANZÓ LA META...
SERÁS UN EGRESADO DE LA TIERRA...
SERÁS AL FIN UN HOMBRE, SERÁS UNA MUJER.
SERÁS UN SER QUE ALCANZÓ Y REALIZÓ LA HUMANIDAD...


Madre Teresa de Calcuta

MUJERES CELTAS


Las mujeres de origen Celta eran criadas tan libremente como los hombres. A ellas les era dado el derecho de elegir sus compañeros y nunca podrian ser forzadas a una relación que no querian. Eran enseñadas a trabajar para que pudieran garantizar su sustento, eran excelentes amantes, amas de casas y madres.

La primera lección era:

“Ama a tu hombre y siguelo, pero solamente si ambos representaran, uno para el otro, lo que la Diosa Madre enseño:

Amor, compañerismo y amistad”






Jamas permitas que ningún hombre te esclavice: naciste libre para amar, y no para ser esclava.

Jamas permitas que tu corazón sufra en nombre del amor. Amar es un acto de felicidad, por que sufrir?

Jamas permitas que tus ojos derramen lágrimas por alguién que nunca te hará sonreir!






Jamas permitas que el uso de tu cuerpo sea cercenado. Tu cuerpo es la morada del espíritu. Por que mantenerlo aprisionado?

Jamas te permitas estar horas esperando alguién que nunca vendrá, aunque te lo haya prometido!

Jamas permitas que tu nombre sea pronunciado en vano por un hombre cuyo nombre ni siquiera sabes!






Jamas permitas que tu tiempo sea desperdiciado con alguién que nunca tendrá tiempo para vos!

Jamas permitas oir gritos en tus oidos. El Amor es lo único que puede hablar mas alto!

Jamas permitas que pasiones desenfrenadas te lleven de un mundo real para otro que nunca existio!

Jamas permitas que otros sueños se mezclen a los tuyos, volviendolos una gran pesadilla!






Jamas creas que alguién pueda volver cuando nunca estuvo presente!

Jamas permitas vivir en la dependencia de un hombre como si hubieras nacido inválida!

Jamas te pongas linda y maravillosa

a fin de esperar un hombre

que no tendra ojos para admirarte!






Jamas permitas que tus piés

caminen en dirección de un hombre que solo vive huyendo de vos!

Jamas permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el remordimiento y todo aquello que pueda sacar el brillo de tus ojos, la dominen, haciendo enfriar la fuerza que existe dentro tuyo!






Y, sobre todo, jamas permitas perder la dignidad de ser...

MUJER






Segui las enseñanzas de los celtas
y tene una vida mas digna!

jueves, 26 de junio de 2008

Manual de conservar caminos

Esto es para leer y leer....

1] Al principio del camino hay una encrucijada. Allí puedes pararte a pensar en la dirección que vas a tomar. Pero no te quedes demasiado tiempo, o nunca saldrás de ese lugar. Hazte la clásica pregunta de Castaneda: ¿cuál de estos caminos tiene un corazón? Reflexiona lo necesario sobre las opciones que tienes delante, pero una vez que des el primer paso, olvídate definitivamente de la encrucijada, pues en caso contrario nunca dejarás de torturarte con la inútil pregunta: "¿El camino que elegí era el correcto?" Si prestaste oídos a tu corazón antes de ponerte en movimiento, escogiste sin duda el buen camino.

2] El camino no dura para siempre. Es una bendición recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará, y por eso debes estar siempre listo para despedirte en cualquier punto. Por mucho que te deslumbren determinados paisajes, o te asusten ciertos trechos donde hay que esforzarse especialmente para seguir en pie, no te aferres a nada. Ni a los momentos de euforia, ni a los interminables días en los que todo parece difícil, y el progreso es lento. Más tarde o más temprano habrá llegado a su término. No lo olvides.
3] Honra tu camino. Fue tu elección, fue decisión tuya, y en la misma medida en que tú respetas el suelo que pisas, este mismo suelo respetará tus pies. Haz siempre lo más adecuado para conservar y mantener tu camino, y él hará lo mismo por ti.
4] Equípate bien. Lleva un rastrillo, una pala, una navaja. Entiende que para las hojas secas las navajas son inútiles, y que para la hierbas muy enraizadas los rastrillos son inútiles. Conoce siempre qué herramienta hay que emplear en cada momento. Y cuida de ellas, porque son tus mayores aliadas.
5] El camino va hacia delante y hacia atrás. A veces es necesario volver porque se perdió algo, o porque un mensaje que debía haber sido entregado se quedó olvidado en un bolsillo. Un camino bien cuidado permite que puedas volver atrás sin grandes problemas.
6] Cuida del camino antes de cuidar de lo que está a su alrededor: atención y concentración son fundamentales. No dejes que las hojas secas del borde del camino te distraigan, ni que la manera como los otros cuidan sus propios caminos desvíe tu atención. Usa la energía para cuidar y conservar el suelo que recibe tus pasos.
7] Ten paciencia. A veces es necesario repetir las mismas tareas, como arrancar las malas hierbas o cubrir los agujeros que surgieron tras una lluvia inesperada. Que esto no te enfurezca, pues forma parte del viaje. A pesar del cansancio, y a pesar de las tareas repetitivas, ten paciencia.
8] Los caminos se cruzan: las personas pueden explicar el tiempo que hace. Escucha los consejos, pero toma después tus propias decisiones. Tú eres el único responsable del camino que te fue confiado.
9] La naturaleza sigue sus propias reglas: por lo tanto, tienes que estar preparado para los súbitos cambios del otoño, para el hielo resbaladizo del invierno, para las tentaciones de las flores en primavera, y para la sed y las lluvias del verano. En cada estación, aprovecha lo mejor que te ofrezca, y no te quejes de sus particularidades.
10] Haz de tu camino un espejo de ti mismo: no te dejes influir en absoluto por la manera como los demás cuidan de sus caminos. Tú tienes un alma que escuchar, y los pájaros transmitirán lo que tu alma quiere decir. Que tus historias sean bellas y agraden a todo lo que tienes en torno. Sobre todo, que las historias que cuente tu alma durante la jornada se reflejen en cada segundo del recorrido.
11) AMA TU CAMINO: sin éste principio, nada tiene sentido.




De PAULO COELHO

El Camino...

Un día, un becerro atravesó un bosque virgen para volver a su pastura. Como era un animal y no podía darse cuenta, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas para llegar donde quería.

Al día siguiente, un perro usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, jefe de un rebaño, que viendo el camino marcado hizo a sus compañeros seguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha y a la izquierda, descendían, se desviaban frente a los múltiples obstáculos del camino, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido el sendero abierto por el becerro aquella primera vez.
Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal del poblado y, finalmente, en la avenida principal de la ciudad. Todos se quejaban del trayecto porque peor no podía ser.

Mientras tanto, el sabio bosque se reía,

al ver que los humanos tienen la tendencia a seguir ciegamente los caminos que ya han sido abiertos, sin cuestionarse nunca si esa es la mejor elección.

¿CÓMO SE MIDE LA VIDA?

No se mide según con quién sales, ni por el número de personas con quienes has salido.

No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.

No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.

La vida, simplemente, es.. Otra cosa






La vida:

Se mide según a quién amas y según a quién dañas.

Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.

Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.




Se mide por el sabor de boca que dejas a los demás con tu presencia y con tus comentarios.







Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o benéfico.

Se trata de los juicios que formulas, y a quién o contra quién los comentas.


Se trata de a quién no le haces caso o ignoras intencionalmente.

Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.

Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de tí, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas.






Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de otros.

Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida…

La vida será contigo tan justa como lo eres con los demás.


Hacer un amigo es Fácil.

Pero la vida habla de ti, por aquellos amigos que fielmente supiste conservar.

Por aquellos a los que te supiste entregar sin exigencias.



Aquellos que cuando no estás…lloran tu ausencia...... Desconozco el autor

Una pregunta al Dalai Lama

¿Que le sorprende más de la humanidad? 

 Y el respondió . . . Los hombres . . . . . . 

Porque pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. 

 Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. 

Y viven como si no tuviesen que morir nunca . . . Y mueren como si nunca hubieran vivido...

Al morir ¿Que te llevas?

Un hombre murió Intempestivamente…

Al darse cuenta vio que se acercaba Dios quien llevaba una maleta consigo…

Y le dijo:

Bien hijo mio, Es hora de irnos…

El hombre asombrado le preguntó a Dios…

Ya… tan pronto tenía muchos planes…

Lo siento hijo… Pero es el momento de tu partida

Qué traes en esa maleta?

-Tus pertenencias…


Mis pertenencias? Son mis cosas,

Mis ropas, mi dinero?

-Lo siento hijo Las cosas materiales que tenías, nunca te pertenecieron…Eran de la tierra.



…Traes Mis recuerdos?

-Lo siento hijo, esos Ya no vienen contigo Nunca te pertenecieron, Eran del tiempo…



…Traes mis talentos?

Lo siento hijo pero esos nunca te pertenecieron… Eran de Las circunstancias



…Traes a mis amigos, A mis familiares?

Lo siento hijo pero ellos nunca te pertenecieron Eran del camino



….Traes a mi mujer Y a mis hijos?

Lo siento hijo Ellos nunca te Pertenecieron Eran de tu corazón




Traes mi cuerpo?

Lo siento hijo…. Ese nunca Te perteneció Ese era del polvo





…Entonces,

Traes mi alma?

-Lo siento hijo pero Ella nunca te Perteneció… era mía





Entonces el hombre Lleno de miedo Arrebató A Dios la maleta y al abrirla …Se dio cuenta Que estaba vacía… Con una lágrima De desamparo brotando De sus ojos, el hombre Le dijo a Dios

-Nunca tuve nada?

Si… hijo mío… Cada uno De los momentos Que viviste Fueron sólo tuyos…





La vida es sólo Un momento… Un momento Todo tuyo Disfrútalo en su Totalidad…. Que nada de Lo que crees Que te pertenece Te detenga…


Desconozco autor

lunes, 23 de junio de 2008

El elefante y la alondra ("El universo está en ti")

El elefante y la alondra eran amigos. La alondra le señalaba al elefante los rincones mas sombreados de la selva, y el elefante protegía con su presencia nocturna el nido de la alondra de serpientes voraces y ardillas rapaces.
Un día el elefante le dijo a la alondra que le tenía envidia por poder volar. ¡Cuánto le gustaría remontarse por los aires, ver la tierra desde las alturas, llegar a cualquier sitio en cualquier momento! Pero con su peso...¡Era imposible!
La alondra le dijo que era muy fácil. Se quitó con el pico una pluma de la cola y le dijo: "Aprieta fuerte esta pluma en la boca, y agita rápidamente las orejas arriba y abajo"
El elefante hizo lo que la alondra le dijo. Apretó con fuerza la pluma en la boca para que no se le fuese a caer y comenzó a agitar sus grandes orejas arriba y abajo con toda su energía. Poco a poco notó que se levantaba, despegaba, se sostenía en el aire y podía ir donde quisiera por los aires con toda facilidad. Vio la tierra desde las alturas, vio los animales y los hombres, cruzó por lo alto el río profundo que había marcado el limite de su territorio, exploro paisajes desconocidos, y volvió al fin, feliz y contento a aterrizar al sitio donde había dejado a la alondra.
"No sabes cuanto te agradezco esta pluma milagrosa", le dijo. Y se la guardó cuidadosamente detrás de la oreja para volver a usarla cuando quisiera volar otra vez.
La alondra le contesto:
-"Oh, esa pluma... La verdad es que no vale nada.
Se me iba a caer de todos modos, y era inútil"
Pero tenía que darte algo para que creyeras en ti, y se me ocurrió eso,
tu hubieras podido volar de todos modos.

viernes, 20 de junio de 2008

El Sargento...

Durante la Guerra de la Independencia, de América del Norte, el sargento de una pequeña compañía de soldados estaba dando órdenes a sus subordinados para transportar una viga muy pesada que estaban tratando de transportar, para completar algunos trabajos militares que en aquel punto debían componerse.El peso era casi superior a sus fuerzas, y la voz del sargento se oía a menudo gritando:-¡Alcen!, ¡alcen!, ahí va, otra vez ¡alcen! que les pasa? no desayunaron hoy? ¡vamos con fuerza! ¡alcen!Un caballero sin uniforme militar, pasaba por allí y preguntó al que mandaba, porqué él mismo no les ayudaba un poquito.?Este atónito y volviéndose con toda la majestad de un emperador hacia el caballero dijo:- Señor, yo soy un sargento-¿De veras que lo es usted? - replico el desconocido -, yo no sabía esto.Y quitándose el sombrero le hizo un saludo, diciendo:-Perdone usted, señor sargento.Y diciendo esto desmontó y empezó a ayudar a los soldados en su pesada tarea hasta que las gotas de sudor corrían por su frente,y cuando la viga fue por fin levantada, se dirigió hacia el gran hombre y le dijo:- Señor sargento, cuando usted vuelva a tener un trabajo como éste y no tenga suficientes hombres, mande por su general, y yo vendré con mucho gusto y le ayudaré en una segunda ocasión. El sargento se quedó desconcertado y como el que ve visiones cuando por esas palabras se dió cuenta que el oficial que le había dado esta lección era el mismo Washington general en jefe del ejército americano.

martes, 17 de junio de 2008

EL LIMOSNERO

Hubo una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle.
Vio a lo lejos venir a el rey con su corona y capa.
"Le voy a pedir, de seguro me dará bastante" pensó el limosnero y cuando el rey pasó cerca le dijo :
"Su majestad, ¿me podría por favor regalar una moneda?"
aunque en su interior pensaba que el rey le iba a dar mucho.
El rey le miró y le dijo :" ¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu rey?"...
el mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo : "Pero su majestad...yo no tengo nada!".
El rey respondió : "Algo debes de tener...busca!".
Entre su asombro y enojo el mendigo buscó entre sus cosas y supo que tenía una naranja, un bollo de pan y unos granos de arroz".
Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darle, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dió al rey.
Complacido el rey dijo: "Ves como si tenías!" Y le dió 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz. El mendigo dijo entonces:
"Su majestad...creo que acá tengo otras cosas",
pero el rey no hizo caso y dijo :
"Solamente de lo que me has dado de corazón te puedo yo dar".