Muchas personas creen que el destino no se puede cambiar. Esto no es cierto. El
secreto es que cuando eliminamos las restricciones dentro de nosotros mismos,
los eventos comienzan a desarrollarse de la manera que queremos. Es importante
entender que todo lo que sucede no es casual y hay razones para todo. Estas
razones no están en tiempo presente y ni siquiera en la infancia, sino en
vuestra Familia o en vuestras encarnaciones pasadas. Puedes moverte hacia donde
está la causa, trabajar esta situación a nivel energético, a través del cuerpo,
las emociones y el subconsciente. Por lo tanto, cambiando el resultado del
evento, el estado y el pensamiento, esto no es fácil y lleva mucho tiempo.
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