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viernes, 26 de octubre de 2007

EL LIBRO DEL HOMBRE -OSHO


¿Por que no te reconoces a ti mismo?.

Debería ser la cosa más sencilla del mundo y se ha vuelto difícil,

lo más difícil.

Conocerse se ha vuelto casi imposible.

¿Donde está el error?.

Tienes la capacidad de conocerte.

Tu estás ahí, la capacidad de conocerte también está ahí.

Entonces ¿que ha sucedido?

¿Por que la capacidad de conocer no puede volverse hacia sí misma?.

Solo hay un error, y a menos que lo arregles, seguirás sin saber quién eres.

Y el error es que se ha creado dentro de ti mismo una división.

Has perdido tu integridad.

La sociedad te ha convertido en una casa dividida,

dividida en contra de ti mismo.

La estrategia es sencilla;

una vez que la hayas entendido, puedes eliminarla.

La estrategia consiste en que la sociedad te ha dado unos ideales de cómo deberías ser.

Y te los ha inculcado tanto, que siempre estás interesado en el ideal "como debería ser",

olvidándote de quien eres.

Estás obsesionado con el ideal del futuro y te has olvidado de la realidad presente.

Tus ojos están mirando al futuro lejano.

En consecuencia, no pueden mirar hacia adentro.

Continuamente estás pensando qué hacer,

cómo hacerlo,

cómo llegar a ser esto.

Tu lenguaje se ha convertido en un idioma de deber y convenir,

mientras la realidad sólo consiste en ser.

La realidad no conoce deberes o conveniencias.

Una rosa es una rosa, no se plantea la cuestión de ser cualquier otra cosa.

Y la flor de loto es la flor de loto.

La rosa no intenta convertirse en flor de loto, y la flor de loto nunca intenta convertirse en una rosa. Por tanto, no están neuróticas.

No necesitan psiquiatras ni psicoanálisis.

La rosa está sana porque simplemente vive su realidad.

Y esto sucede al resto de la existencia

excepto al hombre.

Sólo el hombre tiene ideales y deberes.

"Debería ser esto y lo otro";

entonces te divides contra tu propio ser.

Deber y ser son enemigos.

Y no puedes ser algo diferente de lo que eres.

Deja que esto cale profundamente en tu corazón:

solo puedes ser lo que eres,

nada más.

Entonces tus ojos están aquí y ahora,

estás presente en lo que eres.

Desaparece la división,

la separación.

Eres uno.

Osho - El Libro del hombre

lunes, 8 de octubre de 2007

SENTIRSE MISERABLE.... Osho, extracto de El Libro de la Sabiduría, capítulo 5



Cuando nos sentimos heridos emocionalmente, pueden

surgir memorias que la mayoría de nosotros quiere arrojar

al sótano del inconsciente. Pensamos que el tiempo se

encargará de curarlas, pero ellas continúan volviendo.

He aquí un método mucho más efectivo para curarlas...

"Si te estás sintiendo desgraciado, deja que esto sea

una meditación. Siéntate en silencio, cierra las

puertas. Primero, siente la desgracia con tanta intensidad

como sea posible. Siente el dolor. Alguien te ha insultado:

Ahora, la mejor manera de esquivar el dolor consiste en ir e

insultarle, a fin de poder estar ocupado con esa persona.

Eso no es meditación.

Si alguien te ha insultado, agradécele porque te ha dado

la oportunidad de sentir una herida profunda. Esa persona ha

abierto una herida. La herida puede haber sido creada por

muchos, muchos insultos que has padecido en toda tu vida;

puede que esa persona no sea la causa de todo el

sufrimiento, pero ha disparado un proceso.

Simplemente cierra tu habitación, siéntate en silencio,

sin enojo por la persona, pero con total atención al

sentimiento que está surgiendo en ti: el sentimiento de

dolor porque has sido rechazado, porque se te ha insultado.

Y, entonces te quedarás sorprendido pues no sólo esa

persona está ahí: todos los hombres y todas las mujeres

y toda la gente que alguna vez te ha insultado empezarán a

pasar por tu memoria.

Empezarás no solo a recordarlos, empezarás a revivirlos.

Entrarás en una especie de primal. Siente el dolor, siente

la pena, no la esquives. Por eso es que, en muchas terapias

se le pide al paciente que no tome droga alguna antes de que

empiece la terapia, por la razón simple de que las drogas

son una forma de escapar de tu miseria interior. No te

permiten ver las heridas, las reprimen. No te dejan penetrar

en tu sufrimiento y, a menos que penetres en tu sufrimiento,

no puedes ser liberado de su aprisionamiento.

Es perfectamente científico dejar todas las drogas antes

de entrar en la terapia, si es posible incluso drogas como

el café, el té, el cigarrillo, porque son todas formas

de escapar. ¿Has observado? Cuando te sientes nervioso

inmediatamente empiezas a fumar. Es una forma de evitar el

nerviosismo; te entretienes fumando. En realidad es una

regresión. El cigarrillo te hace sentir otra vez como un

niño – despreocupado, irresponsable- porque el

cigarrillo no es más que un seno simbólico. El humo

caliente te lleva simplemente otra vez a los días en que

te alimentabas del pecho materno y la leche tibia iba

penetrando: El pezón se ha convertido en un cigarrillo. El

cigarrillo es un pezón simbólico. Por medio de la

regresión esquivas las responsabilidades y las penas de

ser adulto. Y eso es lo que sucede con muchas, muchas

drogas.

El hombre moderno está drogado como nunca antes, porque

está viviendo en un gran sufrimiento. Sin las drogas

sería imposible vivir con tanto sufrimiento. Esas drogas

crean una barrera; te mantienen drogado, no te permiten la

sensibilidad suficiente para reconocer tu pena. La primera

cosa a hacer es cerrar las puertas y detener toda clase de

ocupación: mirar la tele, escuchar la radio, leer un

libro.

Detén todas las ocupaciones, porque eso también es una

droga sutil. Permanece simplemente en silencio,

completamente solo. Ni siquiera ores, porque eso nuevamente

es una droga, empiezas a entretenerte, empiezas a hablar con

Dios, te escapas de ti mismo. Atisha lo dice: simplemente

sé tú mismo. No importa el dolor, no importa el

sufrimiento producido. Ante todo experiméntalo en su total

intensidad. Será difícil, tendrás que entregar el

corazón: Puede que empieces a llorar como un niño, puede

que te revuelques por el suelo por la profundidad de la

pena, tu cuerpo puede tener contorsiones. Puede que te des

cuenta súbitamente de que la pena no sólo está en el

corazón, sino en todo el cuerpo, de que duele por todas

partes, de que es penoso por todas partes, de que todo tu

cuerpo no es otra cosa que dolor. Si lo puedes experimentar-

esto es de tremenda importancia- entonces empieza a

absorberlo.

No lo deseches. Es una energía tan valiosa, no la

deseches. Absórbela, bébetela, acéptala, dale la

bienvenida, siéntete agradecido. Y, puedes decirte: "Esta

vez no voy a esquivarlo, esta vez no voy a rechazarlo, esta

vez no voy a desecharlo. Esta vez me lo beberé y lo

recibiré como a un huésped. Esta vez lo voy a digerir".

Puede que te lleve unos pocos días el ser capaz de

digerirlo, pero el día que esto suceda habrás dado con

una puerta que te llevará realmente muy, muy lejos.

Una nueva jornada ha empezado en tu vida, te estás

desplazando hacia una nueva clase de ser, porque

inmediatamente, en el momento en que aceptas la pena sin

ningún rechazo, su energía y su cualidad cambian. Deja

de ser una pena. En realidad uno se queda sorprendido, no lo

puede creer, es algo tan increíble. Uno no puede creer que

el sufrimiento pueda ser transformado en éxtasis, que la

pena se puede convertir en gozo. Cuando una cosa cualquiera

es total, se transforma en su opuesto.

Éste es un gran secreto que debe recordarse. Cuando algo

es total se cambia a su opuesto, porque no hay forma de

seguir adelante; se ha llegado al final. Observa un viejo

reloj de péndulo. Lo hace una y otra vez: el péndulo va

hacia la izquierda, a la extrema izquierda, y luego hay un

punto que no puede traspasar; entonces empieza a moverse

hacia la derecha. Los opuestos son complementarios. Si

puedes sufrir tu sufrimiento en su totalidad, con gran

intensidad, te quedarás sorprendido. .. No serás capaz

de creértelo cuando sucede la primera vez, que tu propio

sufrimiento absorbido voluntariamente, con aceptación, se

convierta en una gran bendición. La misma energía que se

convierte en odio, se convierte en placer; la misma

energía que se convierte en sufrimiento, se convierte en

bendición".

Osho, extracto de El Libro de la Sabiduría, capítulo 5

De maestros y discipulos... Osho

Dice el viejo refrán: «Cuando el discípulo está preparado el Maestro aparece». El discípulo no puede encontrar al Maestro, sólo el Maestro puede encontrar al discípulo. Sólo el que se conoce a sí mismo puede conocer a los demás, entonces es fácil.

Cuando estás preparado, todo el Universo empieza a apoyarte. No hay necesidad de pedir ayuda, no hay necesidad de ir a ninguna parte, el apoyo se está dando siempre; las necesidades siempre son satisfechas. Pero uno tiene que estar preparado, uno tiene que estar en el lado mental en el que las fuerzas del Universo puedan favorecerle.

Así que no se trata de una búsqueda positiva, porque no puedes pedir ayuda astral; el logro dependerá de tu receptividad, de tu preparación. Las fuerzas elevadas están presentes en todas partes, en todo momento. Ahora mismo, estás rodeado de ambas energías, las elevadas y las inferiores, pero sólo eres receptivo a las inferiores. Puedes estar: o abierto a las fuerzas elevadas, o bien, abierto a las fuerzas inferiores, pero no puedes estar abierto a ambas. El propio mecanismo funciona de tal manera, que si estás abierto a las inferiores, estarás cerrado a las elevadas y si estás abierto a las elevadas automáticamente estarás cerrado a las inferiores, porque sólo tenemos una apertura, así que tú decides en qué dirección moverte.

Lo primero que hay que comprender es cómo cerrarse a las fuerzas inferiores y cómo abrirse a las fuerzas elevadas. Las fuerzas elevadas siempre están ahí pero no pueden funcionar a no ser que

tú cooperes con ellas, a no ser que te entregues a ellas. Comienza el trabajo: cuando se abren las puertas, el sol puede entrar. Tus puertas están cerradas, el sol está ahí, está llamando a tu portal en este mismo momento y tú estás en la oscuridad. Seguirás en la oscuridad y no porque el sol no esté ahí sino porque tus puertas están cerradas. No has invitado al sol, no estás receptivo a él. Todavía no estás preparado para ser un anfitrión; la invitación no ha sido enviada. ¿Cómo puede uno cerrarse a las fuerzas inferiores y abrirse a las fuerzas elevadas? Ni siquiera somos conscientes de que estamos abiertos a las fuerzas inferiores y sin embargo estamos a la búsqueda de fuerzas elevadas que pueden trabajar en nosotros...

Por ejemplo: Cuando alguien te ama, siempre albergas sospechas, siempre lo dudas. «¿Será amor real y verdadero?» ¿Realmente eres amado o no? ¿Está siendo auténtica la persona o finge? Cuando alguien está furioso tú nunca dudas si está realmente furioso o si sólo está fingiendo, si está realmente furioso o simplemente está actuando. No hay duda. Se da por garantizado que la ira es auténtica, pero el amor nunca se da por asegurado. Siempre crees en lo inferior, tu fe está profundamente arraigada en lo inferior. Recuerda, la apertura es la fe. Significa confianza. Tú estás abierto a lo que crees. La mente desconfiada está cerrada porque tiene miedo pero, a no ser que confíes, permanecerás cerrado. Lo primero que hay que considerar es lo siguiente: en qué crees más fácilmente, ¿en las cosas inferiores o en las cosas elevadas? Crees en las cosas inferiores sin razonar, sin dudar, sin pensarlo. Tú crees en lo inferior. Lo inferior es tu realidad.

Cuando te abres a lo elevado, las cosas empiezan a ocurrir de una forma muy diferente, pero si sólo estás abierto a lo inferior entonces tendrás que buscar a lo elevado a tientas en la oscuridad. La apertura a lo inferior es habitual en nosotros. Cuando una fuerza inferior esté tirando de ti ¡date cuenta! Sé un testigo de lo que está pasando. No permitas que tu mente se abra a ella. Todas las cosas a las que tú estás abierto quedan profundamente marcadas en ti, y al final, acaban por funcionar. Así que estate constantemente alerta, momento a momento, si algo es inferior, aunque esté bien, aunque sea verdad, no te abras a ello. Esa costumbre de enfocarte a lo inferior no es buena porque se convierte en un impedimento para la apertura a lo elevado.

Pepitas de oro... Osho


Mira sólo a los animales, los pájaros,

nadie está preocupado,

nadie está triste ni frustrado.

No ves un búfalo con ataques de ira.

Está perfectamente a gusto masticando el pasto,

igual que todos los días...

¡Parece casi un iluminado!

No tiene tensiones,

está en una tremenda armonía con la naturaleza, consigo mismo y con

todo tal como es.

Los búfalos no hacen partidos

para revolucionar el mundo;

para convertir a los búfalos en súper búfalos;

para hacer a los búfalos religiosos y virtuosos.

Ningún animal está interesado en las ideas humanas.

Y todos ellos deben estar riendo.

¿Qué es lo que te ha sucedido?

¿Por qué no puedes ser simplemente tú mismo cómo eres?

¿Cuál es la necesidad de ser otro?

Así es que lo primero es

la aceptación de ti mismo.

En lugar de juzgarte,

empieza a celebrarte con todas tus imperfecciones,

tus fragilidades, errores, fallas.

No te pidas ser perfecto.

Eso es simplemente pedir lo imposible

que te hará sentir frustrado.

Después de todo, eres un ser humano.

-Osho-

Pepitas de oro

lunes, 16 de julio de 2007

O S H O -- ¿Qué es el amor?, es una relación...




Toda relación es un misterio, y dado que existe entre dos o más personas, depende de ambos y en ese encuentro un nuevo mundo es creado. El sólo hecho del encuentro, es un fenómeno que no ha ocurrido antes y esto cambia y transforma a ambas personas.
Una nueva cosa ha sucedido, una mujer existe como tal, cuando nace un niño, en ese mismo momento nace una madre, lo mismo ocurre cuando una mujer se vuelve un amante, ya no es la misma mujer. Tanto la madre como la amante es una nueva mujer, algo absolutamente nuevo.
Toda relación es creada por uno, pero a su vez esa relación te crea. Cuando dos personas se encuentran, son dos mundos que se encuentran, y es algo muy complejo. "Cada persona es un mundo en sí mismo, un misterioso complejo con un largo pasado y un futuro eterno".
Está relación es en principio un encuentro periférico, si crece en intimidad, se vuelve más profundo, y si vos estás en tu centro y él también lo está, estos centros comienzan a encontrarse cada vez más ... y comienza lo que se llama AMOR
Cuando el encuentro es periférico, son simplemente "conocidos", tocas a la persona desde afuera, desde el borde, eso es "UN CONOCIDO", sabemos muchas veces a esto llamar "AMOR", pero esto es una falacia: "ser un conocido no es AMOR". El amor es muy raro...
Llegar y encontrar a una persona en su centro, es pasar uno mismo por un gran cambio, por una revolución. Porque si queres encontrar a una persona en su centro, tendrás que permitir que esa persona llegue también a tu centro. Para lo que debes volverte vulnerable, abierto, lo que es un gran riesgo, es peligroso, porque nunca se sabe que es lo que te hará esa persona, una vez que todos tus secretos son conocidos por él, una vez que todo lo que ocultas de vos mismo queda al descubierto, quedas completamente expuesto.
Allí aparece el miedo, y nos es muy difícil abrirnos, o directamente nunca nos abrimos... y pasamos de una a otra persona como simples conocidos y podemos pensar que es el amor que ha sucedido, pero no es así, es sólo el encuentro de dos periferias, esta periferia no sos vos, es la cerca que hay alrededor tuyo, es donde vos terminas y comienza el mundo.
Hay parejas casadas y amantes que han vivido por años juntos y que sólo han sido conocidos, que nunca se han conocido realmente el uno al otro y hay situaciones en las que cuando más vivis con alguien, más te olvidas de que los centros han permanecidos desconocidos.
Primera enseñanza: no tomes a los conocidos por amor.
Puede también que estés haciendo el amor, relacionándote sexualmente pero esto también es periférico. A no ser que los centros se encuentren, el sexo resulta sólo el encuentro de dos cuerpos. Sólo el sexo es amor, cuando ambos en esa relación sexual, estén ambos en su centro, en ese caso el sexo es sublime, es eterno...
y ¿cuando permitimos que alguien entre en nuestro centro? Sólo cuando no tenes miedo, cuando no sos temeroso... Por lo que sólo hay dos formas de vivir: "Orientados hacia el miedo, u orientado hacia el amor".
Segunda enseñanza: Lo contrario al AMOR es el MIEDO.
La persona orientada hacia el amor, es alguien que no teme al futuro, que no le teme al que tiene junto a él, que se abre, que se expone, que se brinda, que se pone en sus manos... Que no le teme al resultado y a la consecuencia, "alguien que vive aquí y ahora"
Krishna le dice a Arjuna en el Gita: "No te preocupes por los resultados, eso es sólo tú mente orientada hacia el miedo". No penses en lo que sucederá a consecuencia de lo que hagas. Permanece aquí, nada más y actúa totalmente. No calcules, no planees, no hagas arreglos, no te pongas a salvo. Toda tu vida se pierde de está manera. Vivi el momento, lo demás es irrelevante. Si podes estar en este momento, sólo así podes amar.
Tercera enseñanza: El amor es una rara flor, que no siempre florece y sólo sucede cuando no hay miedo, nunca puede suceder antes.
Cuando no tenes miedo, no hay nada que ocultar, podes ser abierto, retiras todas tus fronteras y podes invitar a que la otra persona penetre en vos hasta el cento mismo y es regla, que siempre que permitas que alguien penetre en vos profundamente, él te permitirá penetrar en él, porque cuando vos das el primer paso, y permitis que penetre en vos se crea una confianza; cuando no tenes miedo, el otro también se vuelve libre de miedo.
Cuando una pareja, dos amantes, se tienen miedo, esto no es amor, es sólo un acuerdo entre dos personas temerosas que dependen el uno del otro, peleando, explotándose, manipulándose, controlándose, dominando, poseyendo, teniendo sexo,... pero no es amor
Para lograr el amor, debes abandonar el miedo, y tenes tanto miedo porque no podes ver... que amando no tenes nada que perder...
No hay nada que temer, no hay nada que perder, no hay nadie en contra tuyo... aún cuando lo sientas... porque todos sólo se preocupan sólo en sí mismos, no de vos.
Medita sobre esto y permite que el otro entre en vos. No pongas barreras, sé un pasaje siempre abierto, sin llaves, sin puertas cerradas...
Cuando dos centros se encuentran entonces hay amor y el amor es como un fenómeno alquímico. Tal como si oxígeno e hidrógeno se encuentran, permiten entrar en ellos se unen, se forma algo nuevo: agua, se ha creado agua... Pero si no entran uno en el otro, si no se unen, podes tener todo el hidrógeno del mundo, todo el oxígeno, y tenes sed... De nada te servirán, la sed no se te irá.
O S H O