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sábado, 12 de abril de 2008

Siempre recuerda aquellos a quienes sirves.


En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él. "¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" pregunto el niño. "Cincuenta centavos", respondió la mesera. El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. "¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. "Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño. La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue.

El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos... su propina.

Cuando me volví una anciana invisible...


Ya no sé en que fecha estamos. En casa no hay calendarios y en mi memoria los hechos están hechos una maraña. Me acuerdo de aquellos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador. Ya no hay nada de eso. Todas las cosas antiguas han ido desapareciendo. Y yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.

Primero me cambiaron de alcoba, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aun acompañada de mis biznietas. Ahora ocupo el desván, el que esta en el patio de atrás. Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvido, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.

Desde hace mucho tiempo tenia intención de escribir, pero me pasaba semanas buscando un lápiz. Y cuando al fin lo encontraba, yo misma volvía a olvidar donde lo había puesto. A mis años las cosas se pierden fácilmente: claro, no es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen.

La otra tarde caí en cuenta que mi voz también ha desaparecido. Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos no me contestan. Todos hablan sin mirarme, como si yo no estuviera con ellos, escuchando atenta lo que dicen. A veces intervengo en la conversación, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno, y de que les va a servir de mucho mis consejos. Pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces llena de tristeza me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar mi taza de café. Lo hago asi, de pronto, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan perdón….Pero nadie viene.

El otro día les dije que cuando me muera entonces sí me iban a extrañar. Mi nieto mas pequeño dijo "¿Estás viva abuela? ". Les cayó tan en gracia, que no paraban de reír. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entro uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días me dio. Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible, me paro en medio de la sala para ver si aunque sea puedo ser un estorbo o que me miren, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme, los niños corren a mi alrededor, de uno a otro lado, sin tropezarse conmigo.

Cuando mi yerno se enfermó, pensé tener la oportunidad de serle útil, le lleve un té especial que yo misma prepare. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara, solo que estaba viendo televisión y ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia. El té poco a poco se fue enfriando……y mi corazón con él.

Un día se alborotaron los niños, y vinieron a decirme que al día siguiente nos iríamos todos al campo. Me puse muy contenta. ¡Hacia tanto tiempo que no salía y menos al campo!.

El sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar las cosas con calma. Los viejos tardamos mucho en hacer cualquier cosa, asi que me tomé mi tiempo para no retrasarlos. Al rato entraban y salían de la casa corriendo y echaban las bolsas y juguetes al auto.

Yo ya estaba lista y muy alegre, me paré en el zaguán a esperarlos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el auto. O porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a su gusto por el bosque. Sentí clarito como mi corazón se encogía, la barbilla me temblaba como cuando uno se aguanta las ganas de llorar.

Yo los entiendo, ellos sí hacen cosas importantes. Ríen, gritan, sueñan, lloran, se abrazan, se besan. Y yo... ya no sé del sabor de los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos, era un gusto enorme que me daba tenerlos en mis brazos, como si fueran míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mí. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creí recordar.

Pero un día mi nieta, que acababa de tener un bebé dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud. Desde entonces ya no me acerqué más a ellos, no fuera que les pasara algo malo por mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contagiarlos!

Yo los bendigo a todos y los perdono, porque..... ¿Que culpa tiene los pobres de que yo me haya vuelto invisible?....

El loco...

Fue en el jardín de un manicomio que conocí a un joven de rostro pálido y hermoso y lleno de encanto. Sentándome a su lado sobre el banco le pregunté: “¿Por qué estás aquí ?”

Me miró asombrado y respondió: “ Es una pregunta inadecuada, sin embargo,contestaré:

Mi padre quiso hacer de mí una reproducción de sí mismo; también mi tío. Mi madre deseaba que fuera la imagen de su ilustre padre. Mi hermana mostraba a su esposo navegante como el ejemplo perfecto a seguir. Mi hermano pensaba que debía ser como él, un excelente atleta. Mis profesores, como el doctor de filosofía, el de música y el de lógica, ellos también fueron terminantes, y cada uno quiso que fuera el reflejo de sus propios rostros en un espejo.

Por eso vine a este lugar. Lo encontré más sano. Al menos puedo ser yo mismo”.

Enseguida se volvió hacia mí y dijo:

“Pero dime, ¿ te condujeron a este lugar la educación y el buen consejo?”

Yo respondí: “No, soy un visitante”.

Y el añadió: “ Oh, tú eres uno de los que vive en el manicomio del otro lado de la pared”.

de Khalil Gibrán

LA ÚLTIMA CENA DE LEONARDO DA VINCI...


A Leonardo Da Vinci le llevó siete años completar su famosa obra titulada " La Última Cena". Las figuras que representan a los 12 apóstoles y a Jesús fueron tomadas de personas reales. La persona que sería el modelo para ser Cristo fue la primera en ser seleccionada. Cuando se supo que Da Vinci pintaría esta obra, cientos de jóvenes se presentaron ante Leonardo Da Vinci para ser seleccionados. Da Vinci buscaba un rostro que mostrara una personalidad inocente, pacífica y a la vez bella. Buscaba un rostro libre de las cicatrices y los rasgos duros que deja la vida intranquila del pecado. Finalmente, después de algunos meses de búsqueda seleccionó a un joven de 19 años de edad como su modelo para pintar la figura de Jesús. Por 6 meses Leonardo da Vinci trabajó para lograr pintar al personaje principal de esta magnánima obra.

Durante los 6 siguientes años, Da Vinci continuó su obra buscando a las personas que representarían a 11 apóstoles; dejando para el final a aquel que representaría a Judas, el apóstol que traicionó a Cristo por 30 monedas de plata. Por semanas estuvo Da Vinci buscando a un hombre con una expresión dura y fría. Un rostro marcado por cicatrices de avaricia, decepción, traición, hipocresía y crimen. Un rostro que identificaría a una persona que sin duda alguna traicionaría a su mejor amigo. Después de muchos fallidos intentos en la búsqueda de este modelo llegó a los oídos de Leonardo Da Vinci que existía un hombre con estas características en el calabozo de Roma.

Este hombre estaba sentenciado a muerte por haber llevado una vida de robo y asesinatos. Da Vinci viajó a Roma en cuanto supo ésto. Este hombre fue llevado ante Da Vinci a la luz del sol. Leonardo Da Vinci vio ante él a un hombre sin vida, un hombre cuyo maltratado cabello largo caía sobre su rostro escondiendo dos ojos llenos de rencor, odio y ruina. Al fin Leonardo Da Vinci había encontrado a quien modelaría a Judas en su obra. Por medio de un permiso del rey, este prisionero fue trasladado a Milán al estudio de Leonardo Da Vinci. Por varios meses este hombre se sentó silenciosamente frente a Da Vinci mientras el artista continuaba con la ardua tarea de plasmar en su obra al personaje que había traicionado a Jesús. Cuando Leonardo dio el último trazo a su obra se volvió a los guardias del prisionero y les dio la orden de que se lo llevaran. Mientras salían del recinto de Da Vinci el prisionero se soltó y corrió hacia Leonardo Da Vinci gritándole: "¡Da Vinci!! ¡Obsérvame!! ¿No reconoces quién soy?" Leonardo Da Vinci lo estudió cuidadosamente y le respondió: "Nunca te había visto en mi vida, hasta aquella tarde fuera del calabozo de Roma." El prisionero levantó sus ojos al cielo, cayó de rodillas al suelo y gritó desesperadamente: "¡Oh Dios! Tan bajo he caído!" Después volvió nuevamente su rostro al artista y le gritó: "Leonardo Da Vinci!! Mírame nuevamente, pues, yo soy aquel joven cuyo rostro escogiste para representar a Cristo hace siete años!!!". Tanto podrá cambiar el rostro de un hombre por el tipo de vida que lleva?

La historia de kyle...

Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: "¿Por que se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un “empollón". Yo ya tenía planes para todo el fin de semana.

Fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.

Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo.

Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos.

Le acerqué a sus manos sus gafas y le dije, "esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto". Me miró y me dijo:

"¡gracias!". Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud.

Le ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa. Le pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada. Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada.

Caminamos hasta casa. Le ayudé con sus libros; parecía un buen chico. Le pregunté si quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras más conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos. Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije:

"Hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días". Se rió y me dio la mitad para que le ayudara.

Durante los siguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estábamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la Universidad de Georgetown y yo a la de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema. Él estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol.

Llegó el gran día de la Graduación. Él preparó el discurso.

Yo estaba feliz de no ser el que tenía que hablar. Kyle se veía realmente bien. Era uno de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas. Tenía más citas con chicas que yo y todas lo adoraban. ¡Caramba! Algunas veces hasta me sentía celoso... Hoy era uno de esos días. Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di una palmadita en la espalda y le dije:

"Vas a estar genial, amigo". Me miró con una de esas miradas (realmente de agradecimiento) y me sonrió:

"Gracias", me dijo.

Limpió su garganta y comenzó su discurso:

"La Graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquéllos que nos han ayudado a través de estos años difíciles: tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizá algún entrenador... pero principalmente a tus amigos. Yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir y, a este propósito, les voy a contar una historia".

Yo miraba a mi amigo incrédulo cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos. Aquel fin de semana él tenía planeado suicidarse. Habló de cómo limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él: para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía.

"Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable".

Yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de debilidad. Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. En ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras:

"Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera".

Hay personas que se dedican a iluminar las vidas de otros con su alegría, y su cariño, y eso a veces vale mucho.

"Los amigos son ángeles que nos llevan en sus brazos cuando nuestras alas tienen problemas para recordar como volar“

Anónimo

El cuento del soldado de Vietnam...

Erase una vez un soldado quien finalmente regresaba a casa después de la guerra de Vietnam.

Él llama a sus padres a San Francisco y les dijo: "Mama y Papa, voy de regreso a casa, pero tengo un favor que pedirles, Tengo un amigo que quisiera llevar conmigo". "Claro Hijo", respondieron sus padres, "nos encantaría conocerlo". "Pero hay algo que deben de saber", dijo el soldado, "él fue herido gravemente durante la guerra. Pisó una mina (explosivo) y perdió un brazo y una pierna. El no tiene a donde ir, y yo quiero que se venga a vivir con nosotros". "Lamento escuchar eso hijo.

Talvez lo podamos ayudar a encontrar un lugar donde vivir".

"No, Mama y Papa, yo quiero que viva con nosotros".

"Hijo", dijo el papá, "tu no sabes lo que estas pidiendo. Alguien con semejantes limitaciones seria una terrible carga para nosotros. Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos permitir que algo así nos interfiera. Yo creo que tu solo deberías venir a casa y olvidarte de ese muchacho. Él encontrará una forma de vivir el solo".

A ese punto, el hijo colgó el teléfono.

Los padres no escucharon nada mas de su hijo.

Días después, recibieron una llamada del departamento de policías de San Francisco.

Su hijo se había muerto después de caer de la azotea de un edificio.

La policía dice que fue suicidio.

Los devastados padres volaron hasta San Francisco y fueron llevados a la morgue para identificar el cuerpo de su hijo.

Ellos lo reconocieron, pero para su horror, también descubrieron algo que no sabían, su hijo solo tenia un brazo y una pierna.

Los padres de esta historia son como muchos de nosotros.

Encontramos muy fácil el amar a aquellos quienes son bien parecidos y divertidos de tener a nuestros alrededores, pero no queremos a aquellos quienes nos in convengan o nos hagan sentir incómodos.

Preferimos alejarnos de las personas que no son tan saludables, tan bonitos, o Tan inteligentes como nosotros mismos.

Afortunadamente, hay Alguien quien no nos tratará de esa manera.

Alguien que nos ama con un amor incondicional que nos da la bienvenida a la familia infinita, tal y como somos.

Esta noche antes de acostarte, di una pequeña oración a Dios, para que te dé la fuerza que necesitas para aceptar a las personas tal y como son, y que nos ayude a ser más comprensibles con aquellos quienes son diferentes a nosotros!!!

miércoles, 2 de abril de 2008

Texto de Julio Andres Pagano


La muerte no existe, sólo la transformación

Mirás con pánico a la tumba, como si allí todo acabara

No temas. Observá, la única certeza es el cambio

Nada permanece igual

Debemos ser conscientes de nuestro limitado tiempo

en este plano

Sólo así viviremos de una manera intensa y profunda, celebrando

No te asustes, continuá leyendo

Aunque cueste reconocerlo

este mensaje llega a tus manos por Amor a la Vida !

La evolución requiere de la mutación de las formas

Nadie llora por la semilla cuando se transforma en árbol

ni por el gusano cuando resurge en mariposa

¿Acaso una madre se apena

porque su hijo ya no está en su vientre?

La vida fluye como una interminable sucesión

de misteriosas transformaciones

Hasta cierto punto, la ciencia y la tecnología

nos permiten ver qué es lo que sucede antes de nacer

Por ahora, los recursos son limitados

Sólo podemos conocer hasta el instante

en que el cuerpo finaliza su ciclo

De todos modos

¿cuántas pruebas más necesitamos para darnos cuenta

de que lo que llamamos vida y muerte

no son más que dos caras de una misma moneda?

Buscamos certezas, la vida es incertidumbre ...

La materia es necesaria

para la experiencia en el mundo de las formas

Fuera de ese entorno ya no sirve

Nadie se angustia por abandonar los zapatos

a la hora de dormir

Cumplieron una función

Lo mismo sucede con nuestro cuerpo

nos permite movernos en esta dimensión

pero llegado cierto punto habremos de dejarlo

Es un proceso natural

Deberíamos aprender a liberar

de tanta negatividad a la muerte

Sólo es transformación !!!

¿Creés que hablo así porque no soy humano?

Claro que las ausencias duelen, y cuánto

Es cierto que el vacío por los que ya no están es insondable

El corazón queda herido, lo sé

Pero si vivimos con intensidad cada momento

amando y disfrutando de todo lo que nos rodea

reconoceremos la muerte como parte indivisible de la vida

y podremos celebrar

Habremos trascendido las fronteras de nuestras limitaciones

Si cambiamos nuestra percepción

ya no lamentaremos la partida de nuestros seres queridos

Seremos conscientes de que simplemente

se adelantaron en el camino para seguir evolucionando

No los podemos ver, es cierto

pero los podemos sentir

Sabemos que están !!!

Mirá hacia tu cielo interno

Agradecé, desde lo profundo de tu alma

por los momentos vividos

Enviales millones de besos y tus más puras intenciones Liberalos

Ellos deben seguir su marcha

ya llegará el tiempo del reencuentro

Seguí viviendo

También te irás cuando llegue tu hora

No cierres tu corazón

Aún queda mucho por aprender, mucho por disfrutar

Sólo quien te ama te dice lo que a veces no te gusta escuchar Nunca lo olvides

Este mensaje llegó a tus manos por Amor a la Vida ...

Texto de Julio Andres Pagano


La muerte no existe, sólo la transformación

Mirás con pánico a la tumba, como si allí todo acabara

No temas. Observá, la única certeza es el cambio

Nada permanece igual

Debemos ser conscientes de nuestro limitado tiempo

en este plano

Sólo así viviremos de una manera intensa y profunda, celebrando

No te asustes, continuá leyendo

Aunque cueste reconocerlo

este mensaje llega a tus manos por Amor a la Vida !

La evolución requiere de la mutación de las formas

Nadie llora por la semilla cuando se transforma en árbol

ni por el gusano cuando resurge en mariposa

¿Acaso una madre se apena

porque su hijo ya no está en su vientre?

La vida fluye como una interminable sucesión

de misteriosas transformaciones

Hasta cierto punto, la ciencia y la tecnología

nos permiten ver qué es lo que sucede antes de nacer

Por ahora, los recursos son limitados

Sólo podemos conocer hasta el instante

en que el cuerpo finaliza su ciclo

De todos modos

¿cuántas pruebas más necesitamos para darnos cuenta

de que lo que llamamos vida y muerte

no son más que dos caras de una misma moneda?

Buscamos certezas, la vida es incertidumbre ...

La materia es necesaria

para la experiencia en el mundo de las formas

Fuera de ese entorno ya no sirve

Nadie se angustia por abandonar los zapatos

a la hora de dormir

Cumplieron una función

Lo mismo sucede con nuestro cuerpo

nos permite movernos en esta dimensión

pero llegado cierto punto habremos de dejarlo

Es un proceso natural

Deberíamos aprender a liberar

de tanta negatividad a la muerte

Sólo es transformación !!!

¿Creés que hablo así porque no soy humano?

Claro que las ausencias duelen, y cuánto

Es cierto que el vacío por los que ya no están es insondable

El corazón queda herido, lo sé

Pero si vivimos con intensidad cada momento

amando y disfrutando de todo lo que nos rodea

reconoceremos la muerte como parte indivisible de la vida

y podremos celebrar

Habremos trascendido las fronteras de nuestras limitaciones

Si cambiamos nuestra percepción

ya no lamentaremos la partida de nuestros seres queridos

Seremos conscientes de que simplemente

se adelantaron en el camino para seguir evolucionando

No los podemos ver, es cierto

pero los podemos sentir

Sabemos que están !!!

Mirá hacia tu cielo interno

Agradecé, desde lo profundo de tu alma

por los momentos vividos

Enviales millones de besos y tus más puras intenciones Liberalos

Ellos deben seguir su marcha

ya llegará el tiempo del reencuentro

Seguí viviendo

También te irás cuando llegue tu hora

No cierres tu corazón

Aún queda mucho por aprender, mucho por disfrutar

Sólo quien te ama te dice lo que a veces no te gusta escuchar Nunca lo olvides

Este mensaje llegó a tus manos por Amor a la Vida ...

sábado, 29 de marzo de 2008

El Banquito de Dios....

Este relato trata de un difunto que va camino al cielo, alli esperaba
encontrarse con Dios para el juicio. En la conciencia a más de llevar
muchas cosas negras, tenía muy pocas positivas que hacer valer.
Buscaba ansiosamente aquellos recuerdos de buenas acciones que
hubiera hecho en sus largos años de usurero.

Había encontrado en los bolsillos del alma unos pocos recibos `Que
Dios se lo pague', medio arrugados y amarillentos por lo viejos.
Fuera de eso, bien poco más. Pertenecía a los ladrones de levita y
galera.

Se acercó despacio a la entrada principal y se extrañó mucho al ver
que allí no había que hacer fila. O bien no había demasiados clientes
o quizá los trámites se realizaban sin complicaciones. Quedó
realmente desconcertado cuando se percató no sólo de que no se hacía
fila sino que las puertas estaban abiertas de par en par, y además no
había nadie para vigilarlas. Golpeó las manos y gritó el Ave María
Purísima. Pero nadie le respondió. Miró hacia adentro, y quedó
maravillado de la cantidad de cosas lindas que se distinguían. Pero
no vio a nadie, i ángel, ni santo, ni nada que se le pareciera. Se
animó un poco más y la curiosidad lo llevó a cruzar el umbral de las
puertas celestiales. Y nada. Se encontró perfectamente dentro del
paraíso sin que nadie se lo impidiera.}

-Caramba 'se dijo'• parece que aquí deben ser todos gente muy
honrada! Mira que dejar todo abierto y sin guardia que vigile!

Poco a poco fue perdiendo el miedo, y fascinado por lo que veía se
fue adentrando por los patios de la Gloria. Realmente una preciosura.
Era para pasarse allí una eternidad mirando, porque a cada momento
uno descubría realidades asombrosas y bellas. De patio en patio, de
jardín en jardín y de sala en sala se fue internando en las mansiones
celestiales, hasta que desembocó en lo que tendría que ser la oficina
de Dios. Por supuesto, estaba abierta también ella de par en par.
Titubeó un poquito antes de entrar. Pero en el cielo todo termina por
inspirar confianza. Así que penetró en la sala ocupada en su centro
por el escritorio de Dios. Y sobre el escritorio estaban sus anteojos.

El alma no pudo resistir la tentación de echar una miradita hacia la
tierra con los anteojos. Y fue ponérselos y caer en éxtasis. Que
maravilla! Se veía todo clarito y patente. Con esos anteojos se
lograba ver la realidad profunda de todo y de todos sin la menor
dificultad. Pudo mirar profundo de las intenciones de los políticos,
las auténticas razones de los economistas, las tentaciones de los
hombres de Iglesia y los sufrimientos de las dos terceras partes de
la humanidad.

Entonces se le ocurrió una idea. Trataría de ubicar a su socio de la
financiera para observarlo desde esta situación privilegiada. No le
resultó difícil conseguirlo. Pero lo agarró en un mal momento. En ese
preciso instante su colega esta estafando a una pobre mujer viuda
mediante un crédito impagable que terminaría de hundirla en la
miseria. Y al ver con meridiana claridad lo que su socio estaba por
realizar, se llenó de un profundo deseo de justicia. Nunca le había
pasado en la tierra. Pero, claro, ahora estaba en el cielo.

Fue tan ardiente este deseo de hacer justicia, que sin pensar en otra
cosa, buscó a tientas debajo de la mesa el banquito de Dios, y
revoleándolo por sobre su cabeza lo lanzó a la tierra con una
tremenda puntería. Con semejante teleobjetivo el tiro fue certero. El
banquito le pegó un formidable golpe a su socio, tumbándolo allí
mismo.

En ese momento Dios que retornaba a su despacho. Dios no estaba
irritado, gozaba de muy buen humor, como siempre y simplemente le
preguntó qué estaba haciendo.

La pobre alma trató de explicar balbuceando que había entrado a la
gloria, porque estando la puerta abierta nadie la había respondido y
él quería pedir permiso, pero no sabía a quién.

-No, no 'le dijo Dios'• no te pregunto eso. Todo está muy bien. Lo
que te pregunto es lo que hiciste con mi banquito donde apoyo los
pies.

Reconfortado por la misericordiosa manera de ser de Dios, el pobre
tipo se animó y le contó que había entrado en su despacho, había
visto el escritorio y encima los anteojos y que no había resistido la
tentación de colocárselos para echarle una mirada al mundo. Que le
pedía perdón por el atrevimiento.

-No, no 'volvió a decirle Dios'• Todo eso está muy bien. No hay nada
que perdonar. Mi deseo profundo es que todos los hombres fueran
capaces de mirar el mundo como yo lo veo. En eso no hay pecado. Pero
hiciste algo más. Qué pasó con mi banquito donde apoyo los pies?

Ahora sí el ánima bendita se encontró animada del todo. Le contó a
Dios en forma apasionada que había estado observando a su socio
justamente cuando cometía una tremenda injusticia y que le había
subido al alma un gran deseo de justicia, y que sin pensar en nada
había manoteado el banquito y se lo había arrojado.

-Ah, no! 'le dijo Dios'. Ahí sí te equivocaste. Imagínate que si cada
vez que yo viera una injusticia en la tierra me decidiera a tirarles
un banquito, no alcanzarían los carpinteros de todo el universo para
abastecerme de proyectiles. No mi hijo. No. Hay que tener mucho
cuidado con ponerse mis anteojos, si no se está bien seguro de tener
también mi corazón.

Frases del ayer... Explicadas....

Dormirse en los Laureles
En Roma, cuando se coronaba a un general, pretor o cónsul tras una
victoria se le festejaba un Triunfo. Como símbolo de gloria se le
colocaban guirnaldas de laureles. Sin embargo, éstos debían agachar
levemente su cabeza, por lo que daba la impresión de estar
descansando sobre los laureles de la gloria.




Para el lado de los tomates
La planta de tomates es un vegetal muy problemático para los
horticultores. Esta suele contaminarse con todo tipo de hongos y
parásitos que, si no son tratados a tiempo, no sólo matan a los
tomatales sino que además al resto de las plantas sembradas. Razón
suficiente para que los horticultores las planten bien alejadas del
resto de las plantas. Es por esto que decir 'se fue para el lado de
los tomates' significa algo así como decir que se fue muy lejos del
significado real.




Salvarse por un pelo
¿Creían que era porque un pelo es algo muy fino, y de allí venía el
dicho? estaban en un error al igual que yo. Este dicho viene porque
en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran
agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el
cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba
flotando y era un excelente punto de agarre.




Me lo contó un pajarito

En Grecia y Roma, sobretodo en la última, se creía que los pájaros,
al ser dueños del vuelo, poseían características magnificas de
percepción. Como con el tiempo comenzaron a ver que ante una tormenta
severa las aves eran las primeras en evacuar la región, los romanos,
las designaron como portadoras del saber futuro. De hecho el rito de
los Augurios, donde se intentaba predecir el futuro, se basaba en
observar el volar de los pájaros -al igual que lo hicieran Rómulo y
Remo esperando ver 12 pájaros para fundar Roma-. De Aquí viene que el
dicho 'me lo contó un pajarito' signifique que nos enteramos de
algo 'misteriosamente'.




Tirar la casa por la ventana
En el siglo 19, cuando alguien ganaba la Lotería Nacional de España
se estilaba a que los amigos y familiares del afortunado fueran a su
casa y, literalmente, arrojaran todas sus posesiones por la ventana.
Esto en señal de la nueva vida de dicha persona.




Por h o por b
Esta es realmente simple, y así y todo, no me la hubiera imaginado
nunca. Las letras h y b son las que más problemas traen a los niños
durante su etapa escolar. Es muy normal que siempre, al escribir un
dictado de la maestra, los chicos fallen en las palabras que llevan
una h o una b. Por esta razón decir 'por h o por b' significa haber
errado por tal o cual cosa, sin querer dar muchas explicaciones.




No saber ni J
La J es una letra que viene del idioma Hebreo. Como en su forma
escrita la J -que es la letra más chica de todas- forma parte de la
estructura escrita del resto de las letras, 'No saber ni J' significa
no saber nada.




Marcharse a la Francesa

Haciendo porte de histórica mala educación , en Francia, durante el
siglo XVIII se comenzó a estilar marcharse de una reunión o de la
mesa sin saludar, ni siquiera hacer el menor gesto de cortesía. Con
el tiempo esta práctica se generalizó tanto que marcharse saludando
comenzó, irónicamente, a convertirse en algo señal de mala educación.




Cargar con el muerto
En varios territorios de la época medieval existía una ley que
dictaba que cuando no se podía hallar al asesino de un cadáver
encontrado, los pobladores del pueblo al que pertenecía dicha persona
debían pagar una multa conjunta. Como a nadie, sea la época que sea,
le gusta pagar impuestos… los pobladores al encontrar un cadáver se
apuraban a cargarlo, y de común acuerdo, transportarlo y arrojarlo en
un poblado vecino para salvarse de la multa.




Vérselas negra
Sinceramente yo pensaba que estaba relacionado a que generalmente
cuando algo se oscurece termina siendo malo: el cielo se pone negro
ante una tormenta, la comida al ponerse rancia, etc etc por lo que
pensé que de esto venía el dicho. Sin embargo, su origen es mucho más
antiguo. Cuando se ocupaba un cargo público en la Grecia pre-edad
Dorada los ciudadanos debían recurrir a un llamativo sistema de
elección al azar. Metían la mano en una bolsa y sacaban de ella un
pedazo pintado de madera: la mayoría de los pedazos eran negros
mientras que algunos, los que representaban ser elegido, eran
blancos. De aquí viene el dicho.




El chivo expiatorio
El dicho viene del mundo antiguo y se refiere a una práctica ritual
de los antiguos Judíos. En ella el rabino elegía dos machos cabríos
de un rebaño y, echándolo a la suerte, escogía a uno de éstos dos
para ser sacrificado. Como dejarlo a la suerte infería una
participación divina se asumía entonces que éste chivo era el elegido
para llevarse consigo los pecados del pueblo. De Aquí viene el
dicho 'ser el chivo expiatorio' cuando a alguien se le adjudican
culpas ajenas.



Brillar por su ausencia
En los funerales Romanos se solía exhibir las efigies de los
antepasados como señal del linaje. Durante la honra fúnebre a Junia -
la cual era familiar de dos de los conspiradores que asesinaron a
César: Casio y Bruto- las efigies de éstos dos asesinos no estaban
presentes haciendo gala por su ausencia, algo que los concurrentes
notarían rápidamente y sería el tema reinante entre los murmuros y
chimentos del funeral. Utilizando esto como referencia en uno de sus
trabajos, el poeta André de Chenier pondría esta frase de moda mas de
mil años y unos cuantos siglos después.




Empezar con el pie derecho
En los rituales paganos, al subir el altar era norma dar el primer
paso largo y con la pierna derecha. Esto significaba un buen augurio
y marcaba que los Dioses estarían a favor de los concurrentes.




Poner las manos en el fuego
En los antiguos pueblos paganos de la Germania existía la costumbre
de realizar juicios ante los Dioses cuando surgía un litigio entre
dos personas. Una de las formas más comunes de ver si ésta persona
estaba siendo sincera era ponerle un fierro caliente en sus manos, o
alguna otra parte del cuerpo. Si la persona salía corriendo
significaba ser culpable.



Se la dio con queso
Este dicho viene del problema que representaban los roedores en los
pueblos medievales, y hace referencia al hecho de armar la trampa
ratonera poniendo un queso como carnada.