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jueves, 31 de enero de 2008

VIDA


Ya perdoné errores casi imperdonables. Trate de sustituir personas insustituibles, de olvidar personas inolvidables. Ya hice cosas por impulso.Ya me decepcioné con algunas personas , mas también yo decepcioné a alguienYa abracé para proteger . Ya me reí cuando no podía . Ya hice amigos eternos. Ya amé y fui amado pero también fui rechazado. Ya fui amado y no supe amar. Ya grité y salté de felicidad. Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos. Ya lloré escuchando música y viendo fotos . Ya llamé sólo para escuchar una voz . Ya me enamoré por una sonrisa. Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y ..Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) ¡¡ pero sobreviví !!Y todavía vivo !! No paso por la vida. Y tú tampoco deberías sólo pasar ... VIVE!!!Bueno es ir a la lucha con determinación abrazar la vida y vivir con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, por que el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más para ser insignificante.
Charles Chaplin

LA ESPOSA JOROBADA


Moisés Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba mucho de ser guapo y apuesto. Además de una estatura algo baja, tenia una grotesca joroba.Un día visito a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Frumtje. Moisés se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme. Cuando llego el momento de despedirse, Moisés hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la última oportunidad de hablar con ella.Era tan hermosa, pero a Moisés le entristecía profundamente su negativa a mirarlo. Después de varios intentos de conversar con ella, le pregunto tímidamente:-¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?,
- Si- respondió ella, todavía mirando al suelo- Y tú ?...- si, lo creo - contestó -. Verás: En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con que niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces el Señor añadió:- "Pero tu esposa será jorobada".Justo en ese momento exclamé:- "OH, Señor, una mujer jorobada seria una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa"..Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moisés, pudo apreciar su belleza interior y un hondo recuerdo la conmovió. Alargo su mano y se la dio a Moisés, tiempo después, ella se convirtió en su esposa.

CONVENCIÓN de los heridos de amor Paulo Coelho

Disposiciones generales:
A – Considerando que el dicho de que "en el amor y en la guerra todo vale" es completamente verdadero;
B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la Convención de Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina cómo debe tratarse a los heridos en el campo de batalla, mientras que hasta hoy no se ha promulgado ningún documento que regule la situación de los heridos de amor, muy superiores en número.
Se decreta que:
Art. 1 –Todos los amantes, independientemente de cuál sea su sexo, quedan advertidos de que el amor, además de ser una bendición, también es algo extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear serios daños. Por lo tanto, quien tenga la intención de amar, debe ser consciente de que está exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos, sin poder culpar por ello a su pareja en ningún momento, puesto que ambos corren el mismo riesgo.
Art. 2 –Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la dirección opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como "amor no correspondido". En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convención que en estos momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se arranque la flecha del corazón y la tire a la basura.Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, envíos de flores (siempre rechazadas), o cualquier otra forma de seducción, pues semejantes medios, si bien pueden dar algún resultado positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo. La Convención decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la compañía de otras personas, así como debe imponerse al pensamiento obsesivo que le dice "vale la pena luchar por esta persona".
Art. 3 –En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que el ser amado se sienta atraído por alguien que no estaba a priori en el guión, queda expresamente prohibida la venganza. En este caso, se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen, así como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con amigos donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a), incidiendo en su perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su honra. La Convención determina que también se aplique en este caso la regla del Art.2 que mueve a buscar la compañía de otras amistades, sólo que evitando en la medida de lo posible los lugares que la otra persona frecuenta.
Art. 4 –En lesiones leves, clasificadas aquí como pequeñas traiciones, pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinterés sexual pasajero, debe aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado Perdón.Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atrás bajo ninguna circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no utilizándolo jamás como argumento en una discusión o en momento de odio.
Art. 5 –En todas las heridas definitivas, también conocidas como "rupturas", el único medicamento que tiene algún efecto se llama Tiempo. De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el regreso del amor perdido), leer libros románticos (que siempre acaban bien), engancharse a una telenovela o cosas por el estilo. Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los calmantes o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, sólo serán permitidos dos vasos de vino diarios. Consideraciones finales:Los heridos por el amor, al contrario de los heridos en conflictos armados, no son víctimas ni verdugos. Optaron por algo que forma parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la agonía y el éxtasis de su elección. Y los que jamás fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: "He vivido". Porque no vivieron.

EL ESPANTAPÁJAROS



-Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo- dije un día a un espantapájaros.

-La dicha de asustar es profunda y duradera; nunca me cansa- me dijo.

Tras un minuto de reflexión, le dije:

-Es verdad; pues yo también he conocido esa dicha.

-Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla -me dijo.

Entonces, me alejé del espantapájaros, sin saber si me había elogiado o minimizado.

Transcurrió un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.

Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos habían anidado bajo su sombrero.


GIBRÁN KHALIL GIBRÁN

sábado, 5 de enero de 2008

Papá me escucha...

Susan Thompson, tanto como puedo recordar, siempre practicó tocar el piano. Aún tomaba lecciones cada semana. Pero lo que resaltaba más que cualquier cosa era que practicaba cuatro horas cada día. El problema era que no debería poder tocar el piano.

No importaba cuánto practicase, nunca mejoraba. Todos le preguntaban por qué no se rendía. Ella explicaba que este era su único y verdadero gozo en la vida. Era algo que nadie podía arrebarle.

Y es que ella era adoptada y, mientras crecía, siempre recibió lo que le quedaba pequeño a los demás. Como ella era la más joven en esta familia, hubo un montón de cosas que le pasaron. La única cosa que ella podía llamar suya era el piano que compraron sus padres. Aún si era de segunda, todavía era suyo ya que ninguno de los demás hijos le interesaba tocarlo.

Las semanas si hicieron meses y los meses, años. Nunca se rindió. Durante la escuela primaria y aún durante la secundaria, practicó. Sus maestros de piano le permitían, de vez en cuando, participar en un recital. Generalmente la dejaban de última, de esa manera los otros padres podrían irse sin escucharla. Sí, así de mal tocaba.

Tal vez nos preguntemos por qué era tan mala. ¿Era sorda a los tonos musicales? ¿Era sorda? No, ella sólo tenía ocho dedos. Todos los maestros de piano le dijeron que nunca podría tocar bien debido a eso. Susan nunca se rindió: solo sonreía y seguía practicando.

Tras cumplir 24 estaba laborando en Wal-Mart como cajera. A la gente la sorprendía que ella pudiese manejar casi cualquier cosa sin problemas. Desde empacar cosas hasta contar el cambio. Susan laboró allí durante los siguientes 15 años. Incluso llegó a ser jefa de los cajeros.

Un día, mientras trabajaba, la tienda anunció una llamada para ella. Esto no era inusual ya que de vez en cuando, sus padres le pedían a uno de los niños que la llamasen para que trajese algo de la tienda a casa. Pero este día ese no fue el caso. La llamada era de una de sus hermanas. Ella dijo que Papá había muerto y que necesitaba volver a casa. Sin dudarlo, llamó al supervisor y le dieron permiso.

De camino a casa, lloró intensamente. Ella siempre había tenido un lugar especial en su corazón para su Papá, aunque no fuese su padre biológico. Fue él quien insistió que comprasen el piano. También fue él quien mantenía a raya la familia mientras ella practicaba. Tal mal como sonase, no permitía que los demás muchachos la molestasen.

Tres días después, una vez que se hicieron los arreglos para el funeral, Susan pidió tocar. Todos los muchachos estaban en contra de aquello, pero Mamá insistió que estaría bien. Tienen que comprender que Papá era un hombre bien querido y que su funeral iba a ser bien asistido. Los muchachos no querían sufrir la vergüenza de tener que escucharla a ella tocar el piano, especialmente durante el funeral de su padre.

Cuando Susan se sentó al piano, hubo un silencio tal en la iglesia que uno pudiese haber oído caer un alfiler. Todos conocían a Susan y sabían cómo tocaba. Todos pensaron que era una manera maravillosa de honrar a su padre.

Ella comenzó a tocar Sublime Gracia y el sonido que salió del piano no semejaba nada que hubiesen oído jamás. Era como si un ángel tocase. Las notas eran tan claras y Susan aún agregó unas pocas de ella misma. Para cuando ella terminó de tocar, no había un ojo seco en toda la iglesia. Cuando se desvaneció la última nota, Susan se puso en pie, se dirigió a su Papá y le dio un beso de despedida. Entonces se fue a su asiento y lloró.

Tras el culto, la gente se reunió a su alrededor para preguntarle por qué nunca había tocado así antes. Ella dijo: *Hoy era el primer día del resto de su vida en que su Papá podría oírla tocar*. Y es que su Papá era sordo de nacimiento y aunque había ido a cada uno de sus recitales, nunca la había escuchado. Ella sabía que ese día y para siempre, ahora podría oír.

Susan llegó a tocar el piano para su iglesia y en muchas otras funciones. También llegó a ser maestra de piano. Siempre la podíamos escuchar decirle a un estudiante nuevo que no importaba cuán mal sonase al comienzo, aprenderían a tocar. Cuando le preguntaban cómo podía saberlo, ella simplemente contestaba: *Mi padre está escuchando*.

Me enseñaron... Aprendí...

Perdona y olvida,

y te será mas sencilla la vida.

No es esencial obtener,

las más altas notas en la universidad,

siempre que seas capaz de obtener,

mención honorífica en la vida.

Si la vida no estuviera salpicada de tormentas,

el arco iris no sería posible.

Quizá la muerte, no signifique cerrar los ojos,

sino abrirlos.

La vida debe ser vivida en verbos

y no con adjetivos.

La medida de tu casa,

nada tiene que ver con el tamaño de tu hogar.

Cuando los jóvenes te dejan a oscuras,

siempre habrá un viejo ofreciéndote una vela.

No porque la noche sea oscura,

dejará de haber una estrella que la ilumine.

Los niños son ángeles,

cuyas alas son sus abuelos.

Un hijo es la debilidad del padre

y la fortaleza de la madre.

Un hijo prefiere los buenos recuerdos,

a los buenos regalos.

La sonrisa de un niño,

lleva impresa la firma de Dios.

Un niño está equivocado,

hasta que derrama la primera lágrima.

Una madre te educa,

un niño te hace sabio.

Un espejo es el reflejo de tu cuerpo,

un hijo es el reflejo de tu alma.

Mi madre me enseñó a creer,

mi padre a pensar,

la humanidad a dudar.

Es tan común conocer a la persona

conveniente en el tiempo equivocado,

como conocer, a la persona equivocada,

en el tiempo inconveniente.

La paciencia, es la música del tiempo.

La muerte no debe ser tan mala,

todavía no conozco a nadie,

que después de ir a encontrarla haya regresado.

El que no vive para servir,

no sirve para vivir.

Si un hijo entierra a su padre

es la ley de la vida,

si un padre entierra a un hijo,

se está enterrando a sí mismo.

Si no existieran los espejos,

quizá no sería yo tan viejo.

De quien no confías,

no permitas que te enseñe lo que tú no sabes,

de quien confías,

permite que te enseñe aún lo que tú ya sabes.

Asumir un riesgo,

te da un propósito nuevo para vivir.

Toda verdad, tiene un dejo de dolor.

No confíes es nadie, pero no permitas que nadie, desconfíe de ti.

Reconforta más encontrar un objeto perdido,

que comprar uno nuevo.

La confianza, es la distancia más corta,

entre dos personas.

Nunca intentes ganarle una discusión,

a quien permanece callado.

Piensa dos veces, antes de no decir nada.

El silencio, no es sinónimo de ignorancia.

Escúchalos hablar y jamás se quejarán,

de que tu conversación sea aburrida.

Dale un poco de magia a tus noches,

y tus días estarán colmados de ilusión.

Nada se abre con más frecuencia,

por equivocacion, que la boca.

Amor es decir sin hablar, ver sin mirar,

sentir sin tocar y estar sin estar.

El amor, es la amistad en minifalda.

El amor, está escrito en los ojos.

Los ojos, entienden lo que la boca no dice.

Las palabras, son antifaz del corazón.

Eventualmente, el amor se confunde,

con el sentido de posesión.

Una caricia, es la firma de los dedos.

Los celos, son el impuesto que pagamos,

para tener el derecho al amor.

La ternura, es la pasión en reposo.

La gente es hermosa si la amas.

En la película de mi vida,

lo mas relevante son los créditos,

pues en ellos está escrito tu nombre.

Cada vez que realizas un acto de caridad,

Dios es tu Socio.

La ternura, es el escalón que te regala Dios,

para subir al cielo.

La fe, es la realidad de la fantasía.

Dios es la más difícil de las preguntas

y la más sencilla de las respuestas.

La visión es saber mirar sin ojos

martes, 1 de enero de 2008

Se fue un año más.



Al final del año es conveniente hacer un balance de los 365 días, para ver qué se hizo con ese año de vida. Conviene también saldar todas las deudas que se tiene con Dios y con los demás.

Quiero asomarme a la ventana de mi casa y mirar hacia atrás, hacia ese largo camino que he recorrido durante todo el año.

Si algo puedo ver, es que cada día de ese año transcurrido estuvo lleno del amor de Dios. Estoy en deuda con Él, por eso mi primera palabra al final del año es: '¡Gracias!'.

Pero, al lado de tantas bondades de ese Dios, está la triste historia de la ingratitud y la mediocridad para con ese gran amigo. Por eso la segunda palabra tiene que ser: "¡Perdóname todos los errores, todas las mediocridades. Yo se que me perdonas!"

Pero hay una tercera palabra que quiero decir: "Te pido un gran año para hacer con él una gran tarea, ayúdame a que este año que empieza sea mejor, que valga la pena vivir. Conviértelo en un gran año. Que aquello de "próspero año nuevo" no se quede en una ironía, sino en una verdad.

También quiero al final del año, saldar cuentas con mi prójimo, quiero sacar de mi espíritu, arrancar, tirar todos los rencores, odios, resentimientos hacia mis hermanos. Quiero terminar el año bien con todos. Quiero poder decir que no tengo malos sentimientos hacia ningún ser humano.

Es hora de pedir perdón a todos los que en el camino he herido, molestado, desairado. A los que tenían derecho a esperar una respuesta y no se la di, a los que necesitaban una palabra de aliento y me quedé con ella. A los que encontré tirados en el camino de la vida, desesperados, tristes, vacíos de Dios y de ilusión, y pasé de largo porque tenía mucha prisa. Quiero pedirles perdón.

Deseo dormir en paz la última noche del año y despertar con el alma renovada para emprender la nueva jornada de este año que comienza.

Es importante recordar que este año será lo que cada uno haga con él. ¿Será el mejor o será el peor? ¿Será uno de tantos, ni bueno ni malo, sino todo lo contrario? De cada uno de nosotros depende.

Dios que te da ese año nuevo es el que más ardientemente te dice: ¡FELIZ AÑO!

Olga Nelida Brasero D Angelo




lunes, 31 de diciembre de 2007

¿Qué soy?

¿Qué soy?

es la pregunta de cada amanecer

me miro al espejo y veo un reflejo

que parece algo sencillo

como todo lo demás de la vida

pero si veo dentro

muy dentro

en mis ojos está aquel destello

aquella pequeña diferencia

que me recuerda que no soy igual

que me dice

yo soy diferente

yo soy especial.

¿Qué soy?

si no soy igual a los demás

y aunque si lo parezco

aunque así lo veo

sé que no es cierto

sé que no soy igual

aunque no se vea la diferencia

no lo soy.

sólo soy una persona como otra cualquiera

una persona igual a las demás

pero diferente por dentro

especial si así lo quieres llamar.

No tengo miedo de lo que soy

yo sé que soy

cuando descubran lo que hay en mi

lo que cargo dentro

muy dentro de mi ser

lo que me hace diferente

lo que me hace especial.

¿Qué soy?

me preguntarán

para luego apedrearme con indirectas

señalamientos y quejas

para luego rechazarme y darme la espalda

entonces...no importa pues

sé quien soy

y estoy seguro de lo que soy

...¿qué soy?

soy lo que soy

y seré lo que soy

no trataré de cambiarlo

simplemente ya lo acepté para mi

soy diferente de mis amigos

pero también soy muy parecido

y aunque muchos no lo crean

la diferencia

es un mínimo detalle

que no marca la vida de nadie

que no te hace diferente tu destino

ni te maldice tu camino.

¿Qué soy?

yo sé lo que soy creo que siempre lo seré

más no lucharé por cambiar

pues yo...

ya me acepté.

Kai Kyozina

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Presencia


Los pasajeros en el bus observaban con simpatía a la atractiva joven con bastón blanco cuidadosamente tras cada paso. Ella pagó al conductor, y usando sus manos para sentir el puesto de la silla, caminó el pasillo y encontró el sitio que él le dijo estar vacío. Luego de estar sentada, puso su maletín en sus piernas y colocó su bastón contra sus piernas.

Había transcurrido un año desde que Susan, de treinta y cuatro años, quedó ciega. Debido a un mal diagnóstico médico, ella había quedado sin visión, y fue súbitamente conducida al mundo de la oscuridad, frustración, enojo.

Habiendo sido una vez una mujer ferozmente independiente, ahora Susan se sentía condenada por este terrible giro de fatalidad, de llegar a ser impotente, sujeta a la ayuda de quienes estaban a su alrededor.

"¿Cómo pudo pasarme esto a mí?" expresaba ella y su corazón denotaba un terrible enojo.

Pero no importaba cómo había llorado o suplicado, ella sabía la dolorosa realidad de que su visión jamás sería recuperada. Una nube de depresión calló sobre ella.Todo lo que ella tenía era su esposo Mark.

Mark era un oficial de la Fuerza Aérea, y amaba a Susan con todo su corazón. Al principio, cuando ella perdió la visión, él la observaba hundida en la desesperación y comenzó a ayudar a su esposa a ganar fuerzas y confianza.

Ella necesitaba llegar a ser independiente otra vez. Su trasfondo militar lo había entrenado bien para lidiar con situaciones delicadas, pero él sabía que ésta era la batalla más difícil que había enfrentado.

Finalmente, Susan se sintió preparada para volver a trabajar, pero cómo podría ella llegar a ese lugar? Ella estaba acostumbrada a tomar el bus, pero ahora era muy dificultoso circular por al ciudad por ella misma.

Mark se ofreció a llevarla al trabajo todos los días, a pesar de que trabajaban en lugares distantes de la ciudad. Al principio, esto confortaba a Susan y llenaba la necesidad de Mark de proteger a su invidente esposa, quien se sentía muy insegura de superar este aspecto.

Pronto, sin embargo, Mark entendió que este método no estaba funcionando, era costoso y extenuante. Susan iba a tener que empezar a tomar nuevamente el bus, se decía para sí. Pero sólo el pensar mencionarle esto a su esposa lo hacía temblar. Ella estaba todavía muy frágil, muy enojada. ¿Cómo reaccionaría?

Tal como Mark lo predijo, Susan se horrorizó con la idea de tomar el bus nuevamente. "¡Soy ciega!" respondió gritando. "Cómo se supone que voy a saber dónde estoy?" "Me siento como si me estuvieras abandonando". El corazón de Mark se rompió al oír estas palabras, pero sabía que tenía que hacerlo. El le prometió a Susan que cada mañana y tarde subiría al bus con ella, tanto tiempo como le tomara, hasta que ella lo lograra por sí misma. Y fue exactamente así como lo hizo.

Por dos semanas, Mark, con su uniforme militar, acompañó a Susan hacia y desde su trabajo cada día. El le enseñó cómo apoyarse en sus otros sentidos, especialmente en el del oído, para saber dónde estaba y cómo adaptarse a su nuevo entorno. El la ayudó a hacer amistad con el conductor del bus, quien podría observarla, y guardarle un puesto. El la hacía reír, aún en esos días no muy buenos.

Cada mañana, ellos hacían el recorrido juntos, y Mark regresaba camino atrás para ir a su oficina. A pesar de que esta rutina era aún mucho más costosa y extenuante, Mark sabía que sólo era asunto de tiempo para que Susan fuera capaz de tomar el bus por ella misma. El creía en ella, en la Susan que él estaba acostumbrado a tratar antes de que perdiera la vista, quien no temía ningún reto y quien nunca jamás renunciaba.

Finalmente, Susan decidió que ella estaba lista para probar viajar sola. El lunes en la mañana, antes de levantarse, ella colocó sus brazos alrededor de Mark, su compañero para tomar el bus temporalmente. su esposo, su mejor amigo. Sus ojos se llenaron de lágrimas de gratitud por su lealtad, su paciencia, su amor.

Ella le dijo adiós y, por primera vez, salieron por diferentes rutas.

Lunes, martes, miércoles, jueves.... Cada día fue perfecto para ella, y Susan nunca se había sentido mejor. ¡Lo estaba haciendo! Ella estaba haciéndolo todo sola.

El viernes en la mañana, Susan tomó el bus para ir trabajar como de costumbre. Cuando estaba pagando, e iba saliendo del bus, el conductor dijo: "Hombre, de seguro que la envidio". Susan no estaba segura si el conductor se refería o no a ella. Después de todo, quién en este mundo podría envidiar a una mujer ciega, quien luchaba por tomar fuerzas para continuar viviendo el año que acaba de transcurrir? Curiosa, ella le preguntó: "¿Por qué dice usted que me envidia? El respondió: "Debe sentirse muy bien ser cuidada y protegida como lo han hecho con usted."

Susan no tenía idea de lo que el conductor estaba hablando, y preguntó otra vez: "Qué quiere decir?"

El conductor respondió: Sabe usted, cada mañana de la semana pasada, un gentil caballero con uniforme militar ha estado esperando en la esquina vigilándola cuando usted baja del bus. El se asegura que usted cruce la calle salva, y la observa hasta que usted entra al edificio donde trabaja. Entonces él le tira un beso, le da un pequeño saludo, y se va. Usted es una dama con suerte.

La felicidad inundó a Susan. A pesar de que ella físicamente no podía verle, ella siempre sentía la presencia de Mark. Ella era bendecida, tan bendecida, porque él le había dado un regalo más poderoso que la visión, un regalo que ella no necesitaba ver para creerlo. El regalo del amor que le pudo traer luz, donde existía oscuridad.

Que felicidad tan grande saber que tienes a alguien que te ama, y te cuida en todo momento. Desconozco el autor

El Roble

En la plaza central del pueblo debían quitar un gran roble, el enorme árbol, que con el paso de los años se había convertido en un símbolo del lugar. Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta. El roble se había enfermado de un extraño virus. Corría el riesgo de caerse y de contagiar a los árboles más cercanos. Ya se había hecho todo lo posible por salvarlo y la triste determinación de derribarlo provocaba en los vecinos una profunda sensación de impotencia.

No es fácil determinar la causa de un problema y no es el camino más agradable tomar la decisión de solucionarlo.

Los leñadores llegaron una mañana con sierras automática y hachas. Los vecinos se reunieron en la plaza para presenciar su caída. Esperaban oír el estrépito producido por el choque del inmenso árbol contra el suelo. Suponían que los hombres empezarían a cortarlo por el tronco principal en un lugar lo más pegado a la tierra. Pero en vez de ésto los hombres colocaron escaleras y comenzaron a podar las ramas más altas

En ese orden de arriba hacia abajo cortan desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así cuando terminaron con la copa del árbol, sólo quedaba el tronco central, y en poco tiempo más aquel poderoso roble yacía cuidadosamente cortado en el suelo.

El sol, ahora cubría el centro del parque, su sombra ya no existía, era como si no hubiera tardado medio siglo en crecer, como si nunca hubiera estado allí. Los vecinos preguntaron por qué los hombres se habían tomado tanto tiempo y trabajo para derribarlo. El más experimentado leñador explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable y en su caída, pueden quebrar los árboles más cercanos o producir otros destrozos. Es más fácil manejar un árbol cuando más pequeño se le hace.

El inmenso árbol de la preocupación, que tantos años ha crecido en cada uno de nosotros, puede manejarse mejor si se lo hace lo mas pequeño posible. Para lograrlo, es aconsejable podar en principio, los pequeños obstáculos que nos impiden el disfrutar de cada día y así ir quitando el temor de que en el intento de librarnos de éstos y mejorar, todo se derrumbe.

En ese orden, quitando del comienzo los pequeños problemas podemos, gradualmente ir llegando al tronco principal de nuestras preocupaciones. Para cambiar hay que realizar una tarea a la vez, quitar las ramas de la preocupación de una en una, ocuparnos y no preocuparnos.

Reconocer nuestros errores y tener el valor para enfrentarlos, establecer las prioridades y los objetivos en la vida y mantener una verdadera determinación para librarnos poco a poco de todo el peso que nos impide trabajar, crecer, disfrutar y vivir, transformando nuestras ansiedades, miedos y preocupaciones en coraje, esperanza y fe.

"Con el paso de los años he aprendido que nada en la vida es irremediablemente trágico; hasta una lágrima al resbalar por la mejilla hace cosquillas."


Desconozco el autor