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jueves, 12 de abril de 2007

EL LADRILLAZO....



Un joven y exitoso empresario paseaba a toda velocidad en su auto ultimo modelo sin ningún tipo de precaución.

De repente sintió un estruendoso ruido en la puerta y se detuvo. Al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura y carrocería de la puerta de su lujoso auto.

Se subió nuevamente, pero esta vez lleno de enojo, dio un giro de 180° y regresó a toda velocidad al lugar donde vió salir el ladrillo que le arruinó el auto.

Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo y empujándolo hasta el auto estacionado, le gritó a toda voz:

- ¿Qué rayos fue eso? ¿Quién eres tú y qué crees que haces con mi auto?

Y enfurecido continuó gritándole: ¡Es un auto nuevo y ese ladrillo que lanzaste va a costarte muy caro! ¿Por qué hiciste eso?

¡Por favor señor, por favor! Lo siento mucho….No sé que hacer, suplicó el chiquillo…Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía…

Las lágrimas rodaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia el otro lado del auto estacionado.

¡Es mi hermano!, le dijo. Se descarriló su silla de ruedas y se cayó al suelo…y no puedo levantarlo. Sollozando, miró al ejecutivo y le dijo: ¿Puede usted, por favor, ayudarme a levantarlo? Está golpeado y pesa mucho para mi solito….

Impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó saliva y un nudo se formó en su garganta. Profundamente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo, lo sentó en la silla y sacó un pañuelo para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de las heridas del hermano de aquel chiquito tan especial.

Luego de verificar que se encontraba bien, miró al chiquillo y éste le dio las gracias con una sonrisa difícil de describir…”Dios lo bendiga señor, y muchas gracias”

El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando la pesada silla de ruedas hasta llegar a una humilde casa.

Cuentan que el ejecutivo aun no ha reparado el auto manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo, para recordarle el no ir por la vida tan distraído y tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que le preste atención.

Dios normalmente nos susurra en el alma y en el corazón, pero hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención. Uno escoje: escuchar el susurro o sentir el ladrillazo….

lunes, 2 de abril de 2007

Dios es como el azúcar...

Cierto día, la profesora, queriendo saber si todos habían estudiado la lección solicitada, preguntó a los niños quién sabría explicar quién es Dios. Uno de los niños levantó el brazo y dijo: - Dios es nuestro padre. El hizo la tierra, el mar y todo que está en ella; nos hizo como hijos de Él.La profesora, queriendo buscar más respuestas fue más lejos: ¿Como saben que Dios existe, si nunca Lo han visto? La sala quedó toda en silencio...Pedro, un niño muy tímido, levantó la mano y dijo: - DIOS ES COMO EL AZÚCAR en mi leche. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza en medio de la leche, pero si la saco, queda sin sabor. Dios existe y está siempre en el medio de nosotros, solo que no lo vemos. Pero si Él no está, nuestra vida queda sin sabor.La profesora sonrió y dijo: - Muy bien, Pedro, yo les enseñé muchas cosas, pero tú me enseñaste algo más profundo que todo lo que yo ya sabía. Yo ahora sé que Dios es nuestro azúcar y que ESTÁ TODOS LOS DÍAS ENDULZANDO NUESTRA VIDA.Le dió un beso y salió sorprendida con la respuesta de aquel niño.La sabiduría no está en el conocimiento, pero sí en la vivencia de DIOS en nuestras vidas, pues teorías existen muchas, pero dulzura como la de DIOS no existe todavía, ni en los mejores azúcares...No te olvides de colocar "AZÚCAR" en tu vida.

La llave de la felicidad...





Cuenta la leyenda que antes de que la humanidad existiera,se reunieron varios duendes para hacer una travesura.

Uno de ellos dijo:
_Pronto serán creados los humanos. No es justo que tengan tantas virtudes y tantas posibilidades. Deberíamos hacer algo para que les sea más difícil seguir adelante. Llenémoslos de vicios y de defectos;eso los destruirá.
El más anciano de los duendes dijo:
_Está previsto que tengan defectos y dobleces, pero eso sólo servirá para hacerlos más completos. Creo que debemos privarlos de algo que, aunque sea, les haga vivir cada día un desafío.
_¡¡¡Qué divertido!!! _ dijeron todos.
Pero un joven y astuto duende, desde un rincón, comentó:
_Deberíamos quitarles algo que sea importante.. ¿pero qué?
Después de mucho pensar, el viejo duende exclamó:
_¡Ya sé! Vamos a quitarles la llave de la felicidad.
_¡Maravilloso. .. fantástico... excelente idea! _ gritaron los duendes mientras bailaban alrededor de un caldero.
El viejo duende siguió:
_El problema va a ser donde esconderla para que no puedan encontrarla.
El primero de ellos volvió a tomar la palabra:
_Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
A lo que otro miembro repuso:
_No ,recuerda que tienen fuerza y son tenaces, escalarían el monte y el desafío terminará.
El tercer duende dijo:
_Escondámosla en el fondo del mar, no dijo otro, recuerda que tienen curiosidad, alquien inventará una máquina para bajar y la encontraría.
El tercero dijo:
_ Elijamos algún planeta. A lo cual los otros dijeron: no, recuerda su inteligencia, algún día inventarán una nave que pueda viajar a otros planetas y la descubrirán.
Un duende viejo, que había estado escuchando en silencio se puso de pie y dijo:
_Creo saber dónde ponerla, debemos esconderla donde nunca la buscarían
Todos voltearon asombrados y preguntaron.
_¿Dónde?
_El duende respondió:
_La esconderemos DENTRO DE ELLOS MISMOS... muy cerca de su corazón.
La risa y los aplausos se multiplicaron. Todos los duendes reían:
_¡ Ja...Ja... Ja...! Estarán tan ocupados buscándola fuera, desesperados, sin saber que la traen consigo todo el tiempo.
El joven escéptico acotó:
_Los hombres tienen el deseo de ser felices, tarde o temprano alguien será suficientemente sabio para descubrirla y se lo dirá a todos.
_Quizás suceda así _ dijo el más anciano de los duendes_, pero los hombres también poseen una innata desconfianza de las cosas simples. Si ese hombre llegara a existir y revelara que el secreto está escondido en el interior de cada uno .... nadie le creerá.


Encontrar el sentido de tu vida es descubrir la llave de la felicidad.


Autor: Jorge Bucay.

martes, 27 de marzo de 2007

Cuando me amé de verdad....


Cuando me amé de verdad…, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto, en la hora exacta, en el momento exacto. Entonces, me relajé... Hoy sé que eso tiene nombre: autoestima. Cuando me amé de verdad…, me di cuenta de que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades... Hoy sé que eso es… autenticidad. Cuando me amé de verdad…, dejé de desear que mi vida fuese distinta y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento… Hoy a eso le llamo… madurez . Cuando me amé de verdad…, comencé a entender cómo es ofensivo forzar alguna situación o a alguien sólo para realizar mis deseos… Hoy sé que el nombre a esto es… respeto. Cuando me amé de verdad…, comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable: personas, tareas y cualquier cosa que me desanimara. En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa actitud de egoísmo… Hoy sé que se llama… amor propio Cuando me amé de verdad…, dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes planes. Abandoné proyectar a muy largo plazo. Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo… Hoy sé que eso es… simplicidad. Cuando me amé de verdad…, desistí de querer tener siempre la razón y con eso cometí menos errores… Hoy descubrí la… humildad. Cuando me amé de verdad…, dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre… Hoy vivo un día a la vez… Eso es… plenitud. Cuando me amé de verdad… entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio del corazón, se torna una enorme y valiosa aliada… Todo eso es… saber vivir

SENTENCIA DE DIVORCIO.....






Se presentan ante el juez una pareja con sus respectivos abogados, ya que están en trámites de divorcio. El abogado de la mujer reclama para la mujer el 50% de la venta de la casa, propiedad de los dos cónyuges, así como una pensión de por vida por la cantidad de $500.00 que según enumera, será para cubrir los gastos de electricidad, teléfono, y una pequeña lista de gastos mensuales.

El abogado del hombre protesta, alegando que el hombre no tiene ninguna obligación hacia su mujer toda vez que ya los hijos son mayores de edad, y están casados y que ella bien puede ir a trabajar y mantenerse por si misma y que ella nunca contribuyó a la manutención de la casa, ni aportó ningún dinero para la compra de la misma.

El juez escucha ambas partes y se queda indeciso por un momento leyendo los documentos. De pronto, se escucha a la mujer llorando y el juez le dice:

- ¿Qué le pasa señora?

- Señor Juez, yo creo que es cierto. Así que voy a aceptar la sentencia de divorcio sin ninguna obligación de parte de mi marido hacia mi persona. Después de todo, yo bien pudiera ser una mujer profesional e independiente.

El juez le pregunta:

- ¿Y por qué usted no se convirtió en una mujer profesional e independiente? ¿Hay alguna razón que se lo mpidiera?

- Realmente, Señor Juez, no había ninguna, fueron decisiones tomadas por mí voluntariamente.

- ¿Me pudiera ser mas explicita y enumerarme las razones esas que alega?

- Bueno, cuando me casé, yo acababa de graduarme de la secundaria. Mi intención había sido estudiar Enfermería, pero no había dinero para pagar los gastos de dos personas estudiando, así que yo le dije a mi esposo que estudiara él y luego lucharía yo...

- Bien, ¿y qué pasó que cuando él se graduó de ingeniero, por qué ud. no estudió?

- Pues, verá, él me pidió que tuviéramos nuestro primer hijo, ya que llevábamos cinco años casados y aún no lo habíamos tenido.

- ¿Y qué pasó después?

- Nada, el niño nació, él no quería que el niño fuera a ser cuidado por personas extrañas, y yo entendí que él tenia razón, que con lo que él ganaba nos podíamos remediar ya que él ganaba muy buen sueldo. Así que decidí quedarme en la casa con nuestro hijo.

- ¿Y qué sucedió luego, cuando el niño creció, por qué no fue a estudiar?

- Nada, que ya para entonces tenia dos hijos más .

- ¿Dos más?

- Sí, es que Ud. verá. Cuando tuvimos el primer hijo, mi esposo me dijo que debíamos tener un segundo para que el niño no se quedara sin hermanos, así que tuvimos el segundo tres años después, pero era otro varón...

- ¿Y..., qué tenía..., eso que ver...?
- No, no había ningún problema, estábamos muy felices, pero mi esposo me dijo que para que la felicidad fuera completa, debíamos tratar de tener una niña...
- ¿Y...?

- Pues cuando el segundo hijo tenia ya 4 años, quedé embarazada y tuve a la niña...

- ¿Y entonces por qué no estudió cuando ella creció?

- Porque no había quién llevara al mayor a las prácticas de pelota..., ni los llevara a la escuela, pues el autobús los dejaba muy lejos de la casa. Temiendo por su seguridad, mi esposo y yo decidimos que yo les llevaría a la escuela y les recogería... Así las cosas, dejaba al mayor en su colegio seguía con el segundo para la escuela básica y regresaba a la casa con la niña a preparar todo para la tarde. cuando les recogía, dejaba al mayor en las prácticas de football salía con la niña para las de ballet.

- Entonces, siguió Ud. posponiendo su educación ...

- Sí, Señor Juez, lo hice de propia voluntad.

- ¿Y cuando sus tres hijos se fueron independizando, por qué no regresó a la Universidad?

- Para entonces la madre de mi esposo había enviudado, se enfermó y necesitaba de alguien que la cuidara, así que, hablamos del asunto y llegamos a la conclusión que no la íbamos a poner en un hogar de cuidado, si no, que la traeríamos a vivir con nosotros, ya que los hijos estaban fuera.

- ¿Y cuánto duró esta etapa...?

- Bueno, unos seis años.. Ella tenía Alzheimer y como la cuidábamos tan bien pues su decadencia no fue rápida, se tomó bastante. De hecho, murió de un ataque al corazón, después que llegamos de paseo que todas las mañanas dábamos por el barrio. Ud. sabe, a ella le encantaba darle de comer a las palomas en el parque.

- ¿Y mientras tanto, quiero decir, durante todos esos años, había alguien que le ayudara...?

- ¿Ayudarme. ..? ¿A qué. ..?

- Pues a limpiar la casa, cocinar, quiero decir, las labores normales de un hogar...

- No, realmente, mi esposo ganaba muy buen sueldo, pero figúrese, eran tres hijos que criar, educar, el costo de la vida cada vez subía más, yo trataba de ahorrar, pero .

- ¿Y cómo Ud. ahorraba ...?

- Pues, en lugar de llevar la ropa a la lavandería, yo lavaba en casa, planchaba la ropa de mi esposo y los muchachos, arreglaba el jardín..., esto era lo que me costaba más esfuerzo, pues yo tengo problemas de columna..., pero siempre una hace su esfuercito y le aseguro que nuestro jardín no tenía nada que envidiarle al de nadie en nuestra calle.

- ¿Y quién cocinaba, Ud. también ?

- Por supuesto, mi esposo odiaba la comida de los restaurantes, como él tenía que almorzar fuera con sus clientes tantas veces, pues decía que nada como la comida que yo le preparaba...

- Y por supuesto, Ud. no iba a esas comidas.

- ¿A qué comidas...?

- A las de su esposo con sus clientes .

- No, no tenía tiempo ... Precisamente, fue en una de esas Comidas que conoció a Sofía ...

- ¿Sofía? ¿Quién es Sofía?

- Su novia, la joven con quien se va a casar cuando terminemos el divorcio.

- ¿Y cómo como Ud. sabe que se va a casar con ella?

- Porque me encontré con ellos en casa de unos amigos comunes el día que estaban dando la noticia de su compromiso.

El juez se quedó mirando a la mujer y al ex esposo. Se levantó, cogió las carpetas con todos los papeles y se retiró. Todos se quedaron mirándose unos a otros, alguno encogió los hombros y se sentaron a esperar que regresara. Al poco rato el juez regresó. Se sentó y se ajustó las gafas. Entonces, cerró las carpetas, los puso a un lado y dijo:

- Señora, yo he revisado cuidadosamente estas demandas. Y he llegado a las siguientes conclusiones:

1ero: El divorcio se le adjudica con fecha efectiva a partir de hoy.
2do: Su esposo "no" tiene que pasarle una pensión.
Al oír estas dos decisiones, el abogado y el marido se miraron con inteligente regocijo. Pero el juez prosiguió...
3ero: Ud. se queda de dueña absoluta de su casa, el Mercedes Benz propiedad de su ex-esposo, la cuentade ahorros, la de cheques, las cuales pondrá a su nombre inmediatamente y de las cuales él no puede tocar un centavo o lo tendrá que devolver, así como la declaro beneficiaria absoluta de sus seguros de vida, de sus planes de retiro, así como es obligación de su esposo seguir pagando por su seguro médico hasta que Ud. Muera.
- Mi decisión se basa en que sumando los sueldos que como manejadora,cocinera , chofer, servicios de lavandería y de jardinería, enfermera, etc. usted prestó a su esposo, incluyendo hijos y suegra ... Esta decisión será apenas una retribución parcial de salarios retenidos por los veintiséis años de servicios ininterrumpidos que Ud. ha prestado. Como hay que ser objetivos, sabemos que su esposo no podría cumplir con esta deuda, de ahí que pague lo que, si bien no es suficiente, será relativamente justo. En adición, él pagará por sus gastos de educación, transportació n y libros si Ud. decide regresar a la universidad a estudiar la carrera que Ud. Escoja!
(Caso de la vida real. Enero /2003) Corte de la familia Sidney, Australia.


" La Paciencia es un arbol
de raiz amarga, pero de
frutos muy dulces"

ACEPTACIÓN INCONDICIONAL .....





Esta historia es muy bonita y verdadera, por favor léela hasta el final :






La última asignatura que tuve fue Sociología. La profesora estaba absolutamente llena de las cualidades que yo considero que todo Ser humano debería tener.

Su último proyecto se llamó "Sonríe".



Le pidió a todos los estudiantes que salieran a sonreírle a tres personas y documentaran sus reacciones.



Yo soy una persona muy amable por naturaleza y siempre sonrío y saludo a todo el mundo, por lo tanto pensé que sería algo facilísimo.

Nos acababan de asignar ese proyecto, cuando mi esposo, mi hijo menor y yo fuimos a McDonald's una fría mañana de marzo.



Era nuestra forma de compartir tiempo con nuestro hijo .Y estábamos en la fila esperando a ser atendidos, cuando repentinamente todo el mundo a nuestro alrededor comenzó a hacerse a un lado, incluso mi esposo. Yo no me moví . . . un pánico aterrador se apoderó de mí cuando me volví para ver por qué se habían retirado ellos. Al volverme olí el más horrible
hedor de cuerpo humano y allí parados detrás de mí habían dos pobres vagabundos. Al mirar al señor más pequeño y cercano a mi, él estaba "sonriendo". Sus preciosos ojos azules como el cielo, estaban llenos de luz de Dios y buscaban aceptación.



El dijo: "Buen día" mientras contaba unas monedas que había estado apretando en su mano.

El segundo hombre jugaba con sus manos, parado detrás de su amigo. Me di cuenta
que el segundo era retrasado mental y el señor de los ojos azules era su salvación.



Contuve las lágrimas, parada al lado de ellos. La cajera les preguntó qué deseaban.



El respondió "Solamente café señorita" pues
era todo lo que podían permitirse. (Si querían sentarse en el restaurante para calentarse un poco, tenían que consumir algo. El sólo quería calentarse).

En ese momento sentí realmente una compulsión tan grande, que casi le di un abrazo al hombrecito de ojos azules y justo me di cuenta que todos los ojos del restaurante estaban fijos en mi, siguiendo y juzgando cada uno de mis movimientos. Sonreí y le pedí a la cajera que me diera dos desayunos mas en una bandeja aparte. Me dirigí a la mesa más lejana que ellos habían escogido para sentarse.



Coloqué la bandeja en la mesa y puse mi mano sobre la mano helada del caballero de los ojos azules. El me miró y con lágrimas en los ojos dijo : "Gracias".

Me incliné y acaricié su mano y le dije "Yo no he hecho esto por usted. Dios está aquí actuando a través de mí para darle a usted esperanza."

Comencé a llorar mientras caminaba a sentarme con mi esposo y mi hijo.



Cuando me senté, mi esposo me sonrió y me dijo "Por eso Dios te entregó a mí, cariño para darme esperanza.



"Nos cogimos de las manos y en ese momento supe que, solamente por la Gracia de Dios que nos ha sido dada,
nosotros podemos dar.



Nosotros no solemos asistir a la iglesia, pero somos muy creyentes. Ese día me fue mostrada la Luz pura del dulce amor de Dios. Volví a la universidad con esta historia y era el último día de clases. Entregué "mi proyecto" y la profesora lo leyó. Me miró y preguntó : "Puedo compartir esto?" asentí mientras toda la clase le prestaba atención. Comenzó a leer y fue cuando supe que como seres humanos y siendo parte de Dios, compartimos esta necesidad de sanar a la gente y de ser sanados. A mí manera había
emocionado a la gente en McDonald's, a mi esposo, a mi hijo, a la profesora y a cada uno que estuvo en el salón en la última clase que tuve como estudiante.



Me gradué con una de las lecciones más grandes que jamás aprenderé: ACEPTACIÓN INCONDICIONAL.



Mucho
amor y compasión es enviado a todos y cada uno que lea esto y que aprenda a :



AMAR A LA GENTE Y USAR LAS COSAS - Y NO AMAR A LAS COSAS Y USAR A LA GENTE



Mucha gente entrará y saldrá de tu vida, pero sólo verdaderos amigos dejarán huellas en tu corazón.



Para tratarte a ti mismo, usa tu cabeza. Para tratar a otros, usa tu corazón.



Dios, le da comida, a todas las aves, pero no se la pone en sus nidos.

jueves, 22 de marzo de 2007

La Espera...





Estoy esperando a alguien que no conozco.
Que conocí y no viene.
Que llega pero no sacia.
Que sacia pero se va.
Que se va y no vuelve.
Y comienza la espera que tiene forma de carta que no llega.
De teléfono , que no suena.
De timbre, que nadie toca.
De puerta, que no golpean.
Te espero como enfermo para curarse,
y un soldado la licencia.
Como escolar el fin de curso y obrero el día de fiesta.
Te espero con la fantasía de un niño.
con la ilusión de miles de jóvenes.
Con desesperación al sentir que envejezco
y con la seguridad con que espero la muerte.
Y te espero...
con la angustia del insomne, con ansiedad y con miedo.
Con el recuerdo que se desdibuja.
Como alguien que fue herido y pide que le alivien el dolor.
Y cuando ya parece que lo esperado no viene,
lo esperado llega.
Pero nunca,
nunca lo que llega es igual a lo esperado.
Lo esperado siempre es mejor.
Entonces la espera termina
para dejar lugar a una nueva espera. Estoy esperando a alguien que no conozco.

Hugo Finkelstein

Envejecer es obligatorio, crecer es opcional....





En el primer día de clase nuestro profesor se presentó a sus alumnos, y nos desafió a que nos presentásemos a alguien que no conociéramos todavía. Yo permanecí de pie mirando alrededor cuando una mano suave tocó mi hombro. Miré para atrás y vi una pequeña señora, viejita y arrugada, sonriéndome radiante, con una sonrisa que iluminaba todo su ser.

Ella dijo:
- Hola buen mozo. Mi nombre es Rosa. Tengo ochenta y siete años de edad. Puedo darte un abrazo?
Yo reí, y respondí entusiasmadamente:
- Claro que puedes! - y ella me dió un gigantesco apretón.
- ¿Por qué estás en la facultad a tan tierna e inocente edad? - pregunté.
Ella respondió bromeando:
- Estoy aquí para encontrar unmarido rico, casarme, tener un par de hijos, y luego jubilarme y viajar.
- Estás bromeando – le dije.
Tenía curiosidad por saber lo que la había motivado a entrar en ese desafío a su edad, y ella dijo:
- Siempre soñé con tener estudios universitarios, y ahora ¡lo estoy haciendo!
Después de la clase caminamos para un lugar de reunión de estudiantes, y compartimos un "helado" de chocolate. Nos volvimos amigos instantáneamente.
Todos los días en los próximos tres meses tendríamos clase juntos y hablaríamos sin parar.
Permanecía siempre extasiado escuchando aquella "máquina del tiempo" compartir su experiencia y sabiduría conmigo. En el transcurso del año, Rosa se volvió un ícono en el campus universitario, y hacía amigos fácilmente, donde quiera que fuese.
Adoraba vestirse bien, y gozaba con la atención que le daban los otros estudiantes.
¡Ella disfrutaba de la vida!
Al final del semestre convidamos a Rosa para hablar en nuestro banquete de fútbol.
Jamás olvidaré lo que ella nos enseñó. Fue presentada y se aproximó al podio. Cuando comenzó a leer su discurso preparado, dejó caer al piso tres de las cinco hojas.Frustrada y un poco nerviosa, tomó el micrófono y dijo simplemente:

- Discúlpenme, ¡estoy tan nerviosa! Dejé de beber allá por Pascua, y este whisky me está matando! Nunca conseguiré colocar mis papeles en orden nuevamente, entonces permítanme hablarles sobre aquello que yo Mientras nos reíamos, ella limpió su garganta y comenzó:

- No dejamos de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar. Existen algunos secretos para continuar jóvenes, felices y exitosos. Es necesario reir y encontrar el humor en cada día. Es necesario tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno se muere. Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ¡no se dan cuenta! Hay una enorme diferencia entre envejecer y crecer.
Si tienes 19 años y te quedas acostado en la cama por un año entero, sin hacer nada productivo, llegarás a los 20 años. Si yo tengo 87 años y me quedo en la cama por un año sin hacer cosa alguna, llegaré a los 88 años. Cualquier persona consigue envejecer. Eso no exige talento ni habilidad. La idea es crecer siempre encontrando oportunidades en las novedades. Para eso no se precisa ningún talento o habilidad. La idea es crecer siempre encontrando la oportunidad de cambiar. No tengas remordimientos. Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, sino de aquellas cosas que dejaron de hacer. Las únicas personas que tienen miedo de la muerte son aquellas que tienen remordimientos.
Ella concluyó su discurso cantando alegremente "La Rosa".
Nos desafió a cada uno de nosotros a estudiar poesía y practicarla en nuestra vida diaria. Al final del año Rosa terminó el último año de la facultad que había comenzado tiempo atrás.
Una semana después de su graduación, Rosa murió tranquilamente en su sueño.
Mas de dos mil alumnos de la facultad fueran a su funeral, en honor a la maravillosa mujer que enseñó, a través del ejemplo, que nunca es demasiado tarde para ser todo aquello que podemos probablemente ser.
Y no olvides Envejecer es obligatorio, crecer es opcional.

El Silencio...



En el silencio indescriptible marcha el más sabio de los consejos,
la palabra más dulce, la verdad más pura. Es en el camino del
silencio donde se construyen las grandes bases, los más fuertes
cimientos, los más elementales pensamientos que trasmiten la paz de
los tiempos. Las acciones más nobles nacen del silencio.

Cada palabra sin pronunciar es doblemente poderosa si nace del
silencio con que se manifiesta el pensamiento. El silencio es la
llave para detener las ambiciones, los ímpetus, las energías
desbordadas. El silencio nutre el pensamiento porque es su esencia.

La tristeza se lleva mejor en el silencio porque las emociones
intensas son de origen personal. Nadie siente con la misma
intensidad, por ello no es posible sentir igual. Sólo es posible
sentir en silencio y en soledad. El silencio y la soledad son
complementos. La soledad es el silencio del alma y el silencio es la
soledad de las palabras. La palabra es un don tan hermoso que es
mejor dejarla ir solo cuando es estrictamente necesario. El silencio
es la voz del corazón hablando contigo. Es lo que expresa tu
corazón. Por eso hay que escuchar lo que dice el corazón en silencio
y si es necesario dejar al corazón expresar con el verbo.

Lo que se dice pocas veces es igual a lo que se siente. Una hermosa
enseñanza es la que nos cuenta el origen del eco. El eco fue creado
para que siempre recuerdes que lo que dices siempre regresará a ti.

Hubo un tiempo en que las grandes batallas se pelearon usando la
palabra. Eran palabras como flechas y dardos envenenados que
causaban desolación, muerte y llanto. Un día en que los pueblos
estaban casi exterminados, se reunieron y decidieron pedir ayuda y
consejo al viejo maestro de la montaña. Tres gobernantes marcharon
durante tres días y al llegar le pidieron consejo ante la inminente
destrucción de su raza. El anciano parecía no escuchar el pedido de
los gobernantes. Sólo observaba el infinito a través de sus ojos
color miel. Uno de ellos llenándose de furia incontenible lanzó una
palabra mortal hacia el maestro de la montaña. Después de proferirla
al cabo de unos instantes la misma palabra se escuchó por tres veces
más antes de que el agresor cayera abatido de inmediato a los pies
de éste. Los otros dos le miraron sorprendidos y regresaron con la
enseñanza de que el silencio es el mejor escudo a las palabras de
ira y odio. Desde ese instante aquél pueblo encontró en el silencio
el mejor escudo, el mejor instrumento de paz, la mejor pregunta, la
mejor respuesta.

El silencio es la elocuencia del corazón. Sólo en el silencio
aprendes a escuchar. Si escuchar es la razón de la comprensión, el
silencio es la razón de la sabiduría.

¿Pero acaso el callar es lo mismo que el silencio? ¿Calla el ave
cuando llega un nuevo día? ¿Calla el agua del río al encontrar su
camino al mar? ¿Calla el llanto del dolor en cada ser? Nunca dejes
sin palabra lo que estremece tu corazón. Es por eso que el ave canta
con la alegría de un nuevo día, el agua del río por volver al mar,
el llanto del dolor por escapar del corazón. Aún en estos actos hay
silencio, porque viene de la esencia misma.

Algunos suelen decir que el silencio es la ausencia del sonido. El
silencio es el equilibrio del sonido. Si dos ondas de sonido con la
misma intensidad y en sentido contrario se encuentran, entonces, se
produce el silencio. Por ello no podrá existir el silencio sin el
equilibrio del verbo en ti.

Que tus palabras sean el reflejo fiel de un alma noble, para que
cuando salga regrese a ti con la misma intensidad como se fue. Sólo
así sabrás que el silencio le dio en justa medida el equilibrio a tu
alma, a tu mente y a tu corazón.

El silencio es la primera herramienta para saber si el mundo a tu
alrededor te escucha y tú lo escuchas a él. Se aprende a oír en el
silencio, pero se aprende más a sentir cuando aprendes a escuchar.

Sé entonces como el silencio, aparentemente inexistente pero
firmemente útil y recuerda siempre esto:
• Quien conoce el silencio dice más con menos palabras.
• Quien conoce el silencio piensa más de dos veces lo que quiere
decir.
• Quien conoce el silencio habla de corazón a corazón
• Quien conoce el silencio calla primero, luego observa y finalmente
decide la utilidad de la palabra
• Quien conoce el silencio venera el valor sagrado del verbo
• Quien conoce el silencio ejerce control de su existencia
• Quien conoce el silencio conoce la luz de la existencia suprema.

martes, 20 de marzo de 2007

Cerrando circulos....

Cerrando círculos.
O cerrando puertas.
O cerrando capítulos.
Como quiera llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos.
Lo importante es poder dejar ir
momentos de la vida que se van clausurando.

¿Termino con su trabajo?
¿Se acabó la relación?
¿Ya no vive más en esa casa?
¿Debe irse de viaje?
¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente
'revolcándose' en los por qués,
en devolver el cassete
y tratar de entender
por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida,
usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas,
todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos.

A pasar la hoja
A terminar con etapas
o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué.
Lo que sucedió, sucedió.
Y hay que soltar, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos,
ni adolescentes tardíos,
ni empleados de empresas inexistentes,
ni tener vínculos
con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso a veces es tan importante
destruir recuerdos, regalar presentes,
cambiar de casa.
Papeles por romper,
documentos por tirar,
libros por vender o regalar.

Los cambios externos pueden simbolizar
procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas
y hay que aprender a perder y a ganar.

Hay que dejar ir,
hay que pasar la hoja,
hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó.

No esperen que le devuelvan,
no espere que le reconozcan,
no espere que
'alguna vez se den cuenta de quién es usted'
Suelte el resentimiento,
el prender 'su televisor' personal
para darle y darle al asunto,
lo único que consigue es dañarlo mentalmente,
envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás.

Porque si usted anda por la vida
dejando 'puertas abiertas', por si acaso,
nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran,
posibilidades de 'regresar' ( a qué),
necesidad de aclaraciones,
palabras que no se dijeron,
silencios que lo invadieron.

¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!
Si no, déjelo ir, cierre capítulos.
Dígase a usted mismo que no,
que no vuelve.

Pero no por orgullo ni soberbia
sino porque usted ya no encaja allí,
en ese lugar, en ese corazón,
en esa habitación, en esa casa,
en ese escritorio, en ese oficio,
usted ya no es el mismo que se fue,
hace dos días, hace tres meses,
hace un año, por lo tanto,
no hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.

Ni usted será el mismo
ni el entorno al que regresa será igual
porque en la vida nada se queda quieto,
nada es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo
desprender lo que ya no está en su vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable.
Ni un persona, ni un lugar, ni un trabajo,
nada es vital para vivir
porque cuando usted vino a este mundo
'llegó' sin ese adhesivo,
por lo tanto es 'costumbre'
vivir pegado a él
y es un trabajo personal
aprender a vivir sin él,
sin el adhesivo humano o físico
que hoy le duele dejar ir.

Es un proceso de aprender
a desprenderse y humanamente
se puede lograr porque,
le repito, nada ni nadie
nos es indispensable.

Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero ... cierre, clausure, limpie, tire,
oxigene, despréndase, sacuda, suelte.

Hay tantas palabras para significar salud mental
y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará
definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!